Los resultados de la segunda ronda del estudio nacional de prevalencia indican que la población de la provincia de Málaga es extremadamente vulnerable del coronavirus. Sólo el 3,6% de sus 1,6 millones de habitantes tiene anticuerpos para defenderse del Covid 19. O, dicho de otro modo, el 96,4% está expuesto dado que no hay todavía una vacuna para inmunizarse. En resumen, que únicamente unos 60.000 residentes de los 1,6 millones tienen defensas frente al patógeno.    

El dato, facilitado este jueves por el Ministerio de Sanidad, refleja que los habitantes de provincia tienen menos protección que la media española, cuya prevalencia se sitúa en el 5,2%. Sin embargo, está por encima de Andalucía, que registra un 2,9%. Aunque la proporción de protección es muy baja, Málaga es la segunda provincia de la comunidad autónoma después de Jaén, que tiene un 4,4%.   

El informe empeora las cifras de la oleada anterior. En la primera, según los datos provisionales que el Ministerio facilitó en su anterior rueda de prensa, la protección natural de la población tras el contacto con el virus se situaba en el 4,4%. Sin embargo, los datos corregidos con la información definitiva y publicados ahora recogen que en aquella primera ronda, en realidad, era del 3,8%. Y en esta segunda, de ese 3,6%. Según han explicado los técnicos del Ministerio, estas variaciones se deben a la corrección de los datos provisionales tras los resultados definitivos de cada oleada. Expertos consultados apuntaron que la variación, a efectos epidemiológicos, "no es relevante".

De modo que mientras a nivel nacional se pasa del 5% de habitantes con anticuerpos al 5,2%, en el caso de Málaga, según el informe de Sanidad, pasa del 3,8% de la primera oleada al 3,6% de la segunda. Teniendo en cuenta que para que haya una buena protección que actúe como cortafuegos la inmunidad del colectivo -sea natural por el contacto con el virus o artificial por vacunas- debe ser superior a los dos tercios de la población, Málaga está en una situación vulnerable. En realidad, el país lo está también con ese 5,2%.

Un tercio de los infectados son asintomáticos por lo que se insiste en distancia, higiene y mascarilla

La zona centro de España es la que registra los porcentajes más altos, pero ni siquiera llegan al 15%, que también es insuficiente para la inmunidad de grupo, que es la que ataja la expansión del virus al tener un porcentaje de personas protegidas -natural o artificialmente- que son las que cortan su propagación. La población de Madrid, que ha sido el epicentro de la pandemia, tiene un 11,4% de protección frente al Covid 19.  

Por eso, la directora nacional de Epidemiología del Ministerio, Marina Pollán, advirtió que "todos estamos obligados" a respetar las medidas para atajar la pandemia que ya se han divulgado hasta el hartazgo, pero que aún hay ciudadanos que incumplen: distancia social, higiene de manos y mascarilla. 

Además, según revela este estudio un tercio de los infectados son asintomáticos. Muchos pasan inadvertida la enfermedad y pueden contagiar porque no se toman de medidas de aislamiento dado que hasta desconocen haber estado afectados. El responsable del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, explicó que "el riesgo" de estas personas está en que "pueden tener un impacto suficiente para la transmisión y evolución" de la enfermedad. Especialistas consultados explicaron que eso supone que "un tercio de los contagiados no pueden ser controlados" y aunque explicaron que tienen poca carga viral a la hora de contagiar, suponen "cierto riesgo". Según el estudio, en la provincia hay estimados unos 70.000 infectados. 

A nivel nacional, han participado en el estudio 61.075 ciudadanos en la primera ronda y 63.564 en la segunda. En el caso de Málaga, han sido 1.463 y 1.453, respectivamente. Esta segunda oleada se realizó del 18 de mayo al 1 de junio, en el que sanitarios de los centros de salud realizaron encuestas, test serológicos y PCR con el objetivo de tener información que resulta valiosa en materia de salud pública ya que permite estimar el nivel de protección o vulnerabilidad de la población. Y en este caso, dado los bajos porcentajes, la vulnerabilidad -ante la inexistencia de una vacuna- es alta. 

El estudio no está acabado. Se completará con una tercera ronda a partir del lunes próximo y que durará dos semanas. Se estudia siempre a los mismos individuos, un circunstancia que permitirá conocer otro dato que es clave: la duración de la inmunidad tras el contacto con el virus. Esta información es vital para la toma de decisiones en salud pública ya que hay patologías que generan protección para toda la vida, como el sarampión, mientras que otra solo dura un tiempo relativamente corto, como ocurre con la gripe, en la que cada año hay que revacunarse. 

Los especialistas destacan que el reto en salud pública ahora es detectar los nuevos casos que puedan producirse para atajarlos en sus inicios y que no puedan propagar la enfermedad, una labor en la que es clave la atención primaria. Los sanitarios apelan además a la responsabilidad social a la hora de frenar la propagación del virus con el cumplimiento estricto de las normas marcadas por el Ministerio y la Consejería de Salud y Familias para evitar su expansión.