Málaga

'Exiliados' a otros municipios por la subida del alquiler: "Descarté Málaga capital rápidamente"

Cartel anunciando viviendas en alquiler.

Cartel anunciando viviendas en alquiler. / M.H. (Málaga)

El precio del alquiler de la vivienda en Málaga capital se ha incrementado hasta alcanzar niveles no aptos para todas las rentas. Sólo en los últimos tres meses, la cuota mensual ha subido un 3,4%, según detalla  un informe publicado en el portal inmobiliario Idealista, que analiza el escenario de los arrendamientos a partir de la implementación de la ley de vivienda; en términos interanuales, esta misma medición se va hasta una subida del 17.9%. Una situación que ha provocado que cada vez sean más aquellos que optan irse a un municipio distinto al que querrían para mitigar estos efectos en su cuenta bancaria. 

Es el caso, entre otros, de Óscar Rosa (24 años), que se mudó en 2019 a Maqueda, en Campanillas, por este mismo motivo; en concreto, a una casa por la que paga 450 euros. Bien es cierto que, aunque no era lo que pretendía, le vino bien, porque por entonces trabajaba en el vecino PTA y se ahorraba gastos por desplazamientos. Y caravanas. No como ahora, que lo hace en Torremolinos, donde se desempeña como consultor tecnológico, por lo que esa ventaja ha acabado convirtiéndose en hándicap al tener que recorrer el camino opuesto. 

Sus opciones preferentes, sin embargo, eran barrios como La Paz, La Luz o Miraflores de los Ángeles (en este último, llegó a vivir en el pasado, en un piso compartido con otras dos personas), sobre todo, por estar más cerca de la capital y por poseer servicios que precisa; algunos de los cuales su lugar de residencia actual no tiene. Pero los precios que encontraba no encajaban con su presupuesto. 

Málaga capital, “rápidamente descartada”, era otra de las opciones que ocupaban un lugar elevado su lista particular. Allí, recuerda, llegó a ver una oferta en la que publicitaban un “estudio hipereducido con un sofá, una cocina y un baño por 450 euros”, además de otras del estilo que no encajaban con sus circunstancias de entonces. 

Said, vecino y compañero de trabajo de Rosa paga otros 450 euros por un piso, con la luz y el agua incluida, en una localización a la que se trasladó “dados los costos” que tenían otros inmuebles que había observado. Aunque él preferiría residir en su Torremolinos natal, municipio al que quiere volver en el futuro. 

Sin embargo, las cuotas allí “rondan los 800 euros, igual que en zonas cercanas como Benalmádena”. En el pasado, dice, ha llegado a ver estudios por 700 y una casa con una sola habitación por 900. 

Un incremento de precios que, según el citado informe, se ha hecho efectivo en otras 37 provincias en este último trimestre, siendo Barcelona la primera del ránking, con una subida del 7,5%; seguida e Guipúzcoa  (6,2%), Lugo (5,4%), Huesca (5,1%), Madrid (4,7%), Valencia (4,5%), Álava o Gerona (4,4% en ambos casos). Por su parte, la mayor caída entre las 14 que sí redujeron sus precios, por una variación significativa en la muestra, se la llevó Huelva (-20,7%), seguida por Pontevedra (-6,4%), Cantabria (-2,5%) y Lérida (-1,8%).

María (60 años) vive sola y trabaja en una empresa de limpieza, de manera que con un solo salario tiene que cubrir todos los gastos que se le presentan. Hasta hace poco, residía en el Centro Histórico, no obstante, ante la subida que le exigía su arrendador, y que no estaba dispuesta a pagar, se puso a buscar otro alojamiento más barato.

Llegó incluso a preguntar en Cajiz, pedanía de Vélez-Málaga, la ubicación más lejana que le permitía su trabajo. Y, si bien allí todo era considerablemente más barato, lo que ahorraba por una lado acaba perdiéndolo en concepto de desplazamientos. 

Fue entonces cuando, a través de un amigo, consiguió alquilar uno en la Cala del Moral, perteneciente al municipio de Rincón de la Victoria, por el que paga 650 euros. Remarca que la búsqueda le ha costado “bastante”. 

Manuel Rosa (72 años) es pensionista, actualmente, vive junto a su mujer en un piso, también en la Cala del Moral. Antes, sin embargo, hacía lo propio en otro, concretamente, en la zona de El Palo. Hasta que la subida de su cuota del alquiler acabó con sus planes. 

Ahora abona 600 euros al mes, una cantidad que le es más asequible, sobre todo teniendo en cuenta su condición de pensionista, aunque habría preferido no tener que mudarse y permanecer donde estaba después de “tantos años viviendo allí”. 

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