Málaga

Expertos instan a “planificar el final de la vida” con las voluntades vitales anticipadas

  • Abogan por impulsar el testamento vital, mejorar los cuidados paliativos y limitar el esfuerzo terapéutico

Jornada celebrada esta mañana en el Clínico.

Jornada celebrada esta mañana en el Clínico. / M. H.

Con el debate de la Ley de Eutanasia en el Congreso; pacientes, familiares, voluntarios y profesionales han reflexionado este miércoles en el Hospital Clínico sobre la asistencia en el final de la vida. Y, en líneas generales, los expertos coinciden en tres medidas fundamentales: concienciar sobre la importancia de hacer las voluntades vitales anticipadas para “planificar” la última etapa de la vida, mejorar los cuidados paliativos y limitar el esfuerzo terapéutico para “no mortificar” al paciente.

“Los médicos no podemos garantizar la vida, pero sí una muerte digna”, ha dicho el delegado de Salud, Carlos Bautista. Y ha advertido que “luchar por la vida a veces se vuelve en contra de los pacientes”. Por eso –para que el esfuerzo terapéutico “no se encarnice” con una persona que está en fase terminal– ha instado a dejar “por escrito” en las voluntades vitales anticipadas las decisiones sobre esa etapa de la vida. El testamento vital resume cómo una persona quiere afrontar el proceso de su muerte, pero no contempla la eutanasia. Ésta –que supone una intervención voluntaria para acelerar el óbito de un paciente terminal– es ilegal en España.

El debate sobre la atención en el final de la vida, como siempre, ha sido espinoso y ha estado marcado por posicionamientos personales. Pero algunos profesionales han insistido en que hay muchas medidas en las que ahondar antes que legalizar la eutanasia. “Como médico me han formado para luchar por la vida, no para otra cosa”, ha dicho el delegado de Salud, que ha abogado por profundizar las voluntades vitales anticipadas y mejorar los cuidados paliativos. “La sanidad pública tiene suficientes herramientas antes de llegar a la eutanasia”, ha comentado Bautista.

El delegado no se mostró a favor de esta ley que se está debatiendo en el Congreso: “La sociedad quiere dar un paso cuando aún no ha terminado de dar el anterior. Y el anterior son los cuidados paliativos”. A continuación, Bautista ha admitido que hay que mejorarlos para que el paciente muera “sin dolor, sin sufrimiento, en el mejor entorno y a ser posible, en su casa”.

El delegado de Salud reconoce que deben mejorarse los cuidados paliativos

Por su parte, el director de Urgencias del Clínico, Eduardo Rosell, también se ha mostrado a favor de unos cuidados paliativos potentes y de la limitación del esfuerzo terapéutico. “Hay pacientes que llegan muy deteriorados, buscando la salvación, cuando están en el final de su vida”, ha manifestado Rosell. En esos casos, ha dicho que la asistencia debe garantizarles el confort en la etapa final. En su opinión, no tiene sentido lo que en el mundo sanitario se llama ensañamiento terapéutico, que consiste en conectar al enfermo a sondas, sueros y aparatos “que mortifican al paciente en los últimos días de su vida”. Rosell ha incidido por ello en que “es importantísimo” tener las voluntades vitales anticipadas hechas porque los médicos de Urgencias con frecuencia deben tomar decisiones contrarreloj en las que ese documento facilita su labor.

La responsable de Participación Ciudadana, Concepción de la Rubia, ha destacado que el testamento vital no sólo hace más fácil el trabajo de los sanitarios, sino que contribuye a que se respete la voluntad del paciente y se descargue a los familiares de la toma de decisiones complejas. “No se habla de la muerte, pero es un paso más de la vida”, ha señalado De la Rubia, que es la responsable en el hospital de registrar esas voluntades.

Unas 10.000 personas han hecho ya las voluntades vitales anticipadas en la provincia

En el hospital, en 2010 se hacían tres o cuatro testamentos vitales al mes. En la actualidad, rozan la decena cada semana. Además, hace unos años, la mayoría de quienes lo realizaban eran extranjeros. Pero ahora, cada vez hay más españoles.

Algunas personas cuando hacen las voluntades vitales anticipadas preguntan:“¿Me matarán con esto?” El testamento vital no contempla la eutanasia, que es ilegal, sino que define, entre muchas cosas, hasta dónde quiere la persona que llegue el esfuerzo terapéutico en el final de su vida. Hay quienes hacen las voluntades vitales anticipadas (VVA) y no lo dicen a sus familiares. Pero la responsable de Participación Ciudadana insta a acabar con los prejuicios y a hablar del final de la vida:“Porque la familia tiene que saberlo”. Pero, además, los profesionales advierten que esas decisiones deben dejarse por escrito en el testamento vital. Unas 10.000 personas ya lo han hecho en la provincia. 

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