"Si esta crisis acaba siendo muy profunda, será necesario un Plan Marshall europeo”
Francisco de la Torre, alcalde de Málaga
Admite que el "margen de maniobra" del Ayuntamiento para plantear bajada de impuestos es "pequeño"
Dice no renunciar a ninguno de sus grandes proyectos, aunque los considera "secundarios" mientras dure la crisis sanitaria
Málaga/Dos décadas después de asumir el mando de la ciudad de Málaga, Francisco de la Torre, vive en primera persona, como el resto de malagueños y españoles, un acontecimiento histórico, de difícil comparación con cualquier otro que haya experimentado antes. La crisis sanitaria del coronavirus lo mantiene confinado en su casa, refugio que ha abandonado en contadas ocasiones para acudir a la Casona del Parque. Por medio de un cuestionario, el regidor responde a las preguntas de Málaga Hoy en su retiro obligado.
–¿Cómo es un día de confinamiento de Francisco de la Torre? ¿Hace cosas a las que antes no dedicaba tiempo por su apretada agenda?
–Intento dormir las mismas horas, levantarme y acostarme más o menos a la misma hora. Suelo acostarme no más tarde de la 1.00 y levantarme un poco antes de las 7.00h. Ahora estoy durmiendo algo menos, y eso que no duermo mucho nunca. Mi día a día está consistiendo básicamente en hablar por teléfono, videollamada o WhatsApp, leer prensa digital y documentos oficiales, ver informativos en televisión, escuchar la radio mientras como, y mantener contacto permanente con los concejales y directivos municipales, así como con autoridades del Estado, la Junta y otros alcaldes, entre ellos el presidente de la FEMP, Abel Caballero. Nunca he tenido tiempo de ver series de televisión ni películas, y ahora menos que nunca. Lo que sí estoy haciendo, y lo recomiendo, es algo de deporte ligero, caminar aunque sea dentro de los límites de mi piso.
–24 horas en casa. Intuyo que se le hace raro a usted y a su mujer, ¿no?
–No es lo habitual, desde luego. Echo mucho de menos salir a la calle y tener contacto con la gente. Pero lo llevamos bien. No podemos quejarnos de estar confinados, y por lo tanto seguros, cuando hay profesionales que están esforzándose sin límite, incluso con carencias materiales, prestando servicios básicos en una situación crítica, empezando por los sanitarios. Por raro que esto sea para todos, el esfuerzo de estar confinado es pequeño en comparación con el que hacen muchos profesionales todos los días: servicios sociales, fuerzas y cuerpos de seguridad, trabajadores de tiendas y supermercados, empleados del transporte y la limpieza, incluso las plantillas del sector financiero… Tenemos que estarles a todos ellos muy agradecidos.
–¿Cuánto tiempo cree que tardará Málaga en recuperar ese impulso que venía registrando en los últimos años?
–Es muy pronto para poder responder a esa pregunta. La canciller alemana Angela Merkel ha dicho que ésta es la crisis más grave para Alemania desde la II Guerra Mundial, fíjese qué referencia histórica. Hay que ser optimistas ante todo, pero también realistas y sinceros. Buena parte del problema que ha padecido la política, aquello de "no nos representan", se ha debido a que en demasiadas ocasiones no se han dicho las cosas claras y se ha tratado a la ciudadanía como si no tuviera madurez suficiente para asumir y entender lo que está pasando. Esta vez hay que ser claros: recuperarnos de esta crisis va a ser difícil, va a suponer un esfuerzo grande, va a generar cambios de hábitos y desde el punto de vista de la organización social, algunos de ellos drásticos. Pero podremos con ello porque somos una sociedad fuerte, una democracia madura.
–¿Tiene datos de multas impuestos en esta primera semana de confinamiento?
–Los datos sobre multas y detenciones no están dándose a nivel local. Nos gustaría aportarlos y que fuesen conocidos. Hacerlos públicos tendría un efecto disuasorio. Pero respetamos y acatamos lo que se decida por parte del Ministerio del Interior y la Subdelegación del Gobierno. En cualquier caso, los incumplimientos están siendo minoritarios gracias a que la concienciación se ha generalizado en pocos días. Hay que agradecer a los malagueños su buena disposición, su responsabilidad, solidaridad y prudencia.
–¿Va el Ayuntamiento a aplicar exenciones fiscales para aquellos colectivos empresariales más afectados?
-No vamos a hacer ningún anuncio sin tener los datos estudiados a fondo.El hecho de que la situación sea excepcional no nos debe hacer caer en los errores que suelen conllevar las prisas. Al contrario, tenemos que pisar suelo cuanto más firme, mejor. Eso no significa que vayamos a ser lentos. Actuaremos con rapidez, toda la rapidez posible, pero con rigor. Nuestro margen de maniobra es pequeño porque la presión fiscal de Málaga es muy baja. Pero nos esforzaremos todo lo posible para apoyar a las empresas, a las pymes, a los autónomos… Cuando pase la crisis sanitaria la prioridad será contener la destrucción de empleo e impulsar la reactivación económica. El Ayuntamiento estará a la altura de ese reto con todos los medios a su alcance.
–¿Maneja el Ayuntamiento la necesidad de modificar las previsiones presupuestarias de este ejercicio?
–Puede que no sea necesario por ahora para hacer frente a los gastos inmediatos originados por esta crisis. Bastaría con decretar gastos por emergencia, siempre de acuerdo con nuestros socios de Gobierno e informando a la oposición, que se ha mostrado favorable a que esto se lleve a cabo. En el contexto de excepcionalidad en el que estamos, el decreto ley de medidas económicas prevé que podamos usar una parte del remanente de 2019 para cubrir estos gastos por emergencia social.
–Usted informó días atrás de la elaboración de un listado de edificios públicos y privados que, en caso de necesidad, se pondrían a disposición de las autoridades sanitarias.
–Nos han llamado empresarios hoteleros para poner a disposición de las autoridades sanitarias sus establecimientos. También viviendas turísticas, cofradías y clubes deportivos. Por nuestra parte, todas las instalaciones municipales están a disposición de las autoridades sanitarias si necesitaran utilizarlas. Todas, sin excepción.
–¿Hasta qué punto la crisis del coronavirus va a ralentizar algunas de sus grandes apuestas? Hablo, por ejemplo, del auditorio.
–Ahora estamos en la crisis sanitaria. Si es pronto para ver cuándo se producirá la recuperación económica, más pronto aún es para programar inversiones plurianuales. No me olvido del auditorio, por supuesto. Pero ahora estamos todos en otra cosa.
–¿Qué será de otros asuntos de la ciudad y proyectos que estaban en marcha? La operación de Muelle Heredia, la apuesta por transformar parte de Cortijo de Torres...
–No vamos a renunciar a nada. Pero ahora tenemos una prioridad sobre la mesa y esa prioridad merece toda nuestra atención. Habrá tiempo de ver esos temas por los que me pregunta, muy importantes para Málaga pero secundarios mientras dure la emergencia sanitaria. En la medida en que, una vez superada la crisis sanitaria, haya una programación de inversiones potente, equivalente al Plan Marshall pero desde Bruselas, esos proyectos podrían encajar perfectamente. Si esta crisis acaba siendo muy profunda, esas inversiones serán necesarias en el ámbito europeo y hasta mundial.
–Una de las decisiones adoptadas ha sido la de la suspender las procesiones de Semana Santa. ¿Le costó trabajo convencer a las cofradías?
–Fue una decisión lógica y consensuada, y se anunció conjuntamente entre el Obispado, la Agrupación de Cofradías y el Ayuntamiento. Las cofradías lo entendieron perfectamente.
–El Pleno aprobó definitivamente el jueves la creación de la empresa municipal que gestionará el servicio de basura y limpieza. ¿Teme alguna reacción en los tribunales de los privados de Limasa que pueda ralentizar el proceso?
–Están en su derecho de emprender las acciones que consideren, pero no creo que eso les llevara a nada. Todo se ha hecho como correspondía desde el punto de vista jurídico, con todas las garantías. El nuevo modelo de gestión supone un ahorro previsto de 8 millones de euros al año. Esa liquidez y ese crédito nos van a venir muy bien ahora para hacer frente a la crisis económica que vendrá tras la crisis sanitaria del coronavirus.
–¿Se arrepiente de no haber planteado antes la municipalización del servicio?
–Muy a mi pesar, se retrasó más de lo debido. Si la decisión hubiera sido anterior, las cosas se habrían hecho mejor y más fácilmente.
–Sobre el Metro. ¿Le parece adecuado que en las circunstancias actuales continúen las obras?
–Parece lógico que, con el fin de que no haya una paralización total de todas las obras en curso, podrían mantenerse ciertas tareas. Si se dan las condiciones para que las medidas de seguridad se cumplan y los trabajadores no corran riesgos, tiene sentido seguir. La mayoría de los constructores están pidiendo paralizar. En esto hay que apelar a la responsabilidad individual, en este caso de los constructores. Si ellos deciden parar, nosotros lo respetaremos.
–¿Sabe cuándo finalmente podrá llegar el metro a la Alameda?
–Cuando acabe la obra interior de acondicionamiento de las estaciones. Esa obra, creo recordar, se adjudicó en enero y su ejecución es superior a un año. Por lo tanto, se supone que hasta mediados de 2021 no llegará el metro a la Alameda. Veremos si estos periodos se ven afectados por la crisis que estamos viviendo ahora. La Consejería de Fomento está trabajando muy eficazmente y con una transparencia inédita en la historia del Metro. Ojalá las cosas se hubieran hecho siempre en este ámbito desde la autonomía como las está haciendo ahora Marifrán Carazo.
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