La multinacional japonesa Fujitsu ha presentado un nuevo expediente de regulación temporal de empleo (Erte) en Málaga, siendo así el segundo en esta crisis del coronavirus  tras el que fue aprobado en febrero. En esta ocasión, el ERTE es para toda la plantilla -unos 350 empleados- y está solicitado hasta diciembre.

"Se ha incluido a toda la plantilla porque no sabemos a qué líneas afectará y cuánto tiempo", ha explicado a este diario Blanca Hermana, la directora de la planta de Fujitsu en Málaga. 

La situación no es nada sencilla. La mayor parte de la facturación de Fujitsu en Málaga corresponde al sector de la automoción y en el último mes se han cerrado numerosas fábricas de vehículos en Europa o Estados Unidos.

"No tenemos datos fiables de venta todavía pero estimamos una caída de la demanda superior al 30%", añade Hermana, quien subraya que "el ERTE estaba previsto porque la situación de reanudación de clientes se retrasa y se prevé esa caída en la demanda".

Hermana comentó en una entrevista publicada por este diario el pasado 22 de abril que solicitaron el anterior ERTE "antes de que todo esto estallara" hasta el punto de que fue aprobado el 18 de febrero, casi un mes antes de la declaración del estado de alarma. "Lo solicitamos pensando que, o bien por falta de materiales o bien porque nuestros clientes fabricantes de automoción iban a parar la fábrica de coches, no íbamos a poder fabricar. El Erte lo hemos utilizado lo menos posible. El primer uso fue de una forma retrasada, cuando nos confinaron. En estos momentos, tenemos 100 personas en el Erte y están trabajando 242 y 18 en teletrabajo. Ha habido líneas que se han ido recuperando", dijo en abril. Ahora vuelven a recurrir a este mecanismo laboral ante el temor de que haya muchos menos pedidos por la ralentización del mercado.