La familia riojana Vivanco trae a Málaga su pasión por el arte y el vino. "Un binomio que ha estado presente a lo largo de los siglos, sirviendo de inspiración y diálogo a todo tipo de artistas y adoptando una elocuencia como símbolo al que no han sido ajenos ni los placeres humanos ni las indagaciones divinas", ha asegurado la directora de Actividades Culturales de la Fundación Unicaja, Emilia Garrido. En esta ocasión se manifiesta en el Centro Cultural de la Fundación Unicaja de Málaga a través de una colección enológicas.

'El Vino. Arte y Símbolo' muestra una exploración en la que pintura, la cultura, el grabados y la cerámica se dan cita en una selección compuesta por casi noventa piezas englobadas desde la cultura mesopotámica hasta el siglo XX. "Un inventario de referencias que hablan de ese diálogo entre la analogía y las artes, pero también de la amplitud y la riqueza de la colección de la familia Vivanco", ha afirmado Garrido.

Vivanco es una familia riojana bodeguera de cuatro generaciones dedicada al mundo del vino desde 1915. Santiago Vivanco, director general de la fundación familiar, ha explicado que la idea de esta exposición surgió en 2019, "hasta que por fin el sueño que teníamos se ha hecho una realidad. La muestra que traemos a Málaga como capital del sur de Europa del arte y la cultura supera a lo que podemos ver en el Museo Vivanco de la Rioja a través de una selección de las mejores piezas", ha confesado emocionado.

"Es una colección que recoge lo fundamental para que una muestra tenga éxito, no solo la belleza, sino que el visitante salga transformado y que aprenda algo después de la experiencia", ha afirmado el comisario de la muestra, Mariano Vergara. "Nos sentimos orgullos porque estamos haciendo algo que no es frecuente en el mundo de las exposiciones, mostrar el vino como elemento artístico y cultural", ha añadido.

El director del Museo Vivanco de la Cultura del Vino de Briones, Eduardo Díez, ha querido reivindicar el hecho de que "desde instituciones privadas como Unicaja y nosotros, como bodega, apoyen el mundo de la cultura, y que se siga apostando por elementos artísticos como el vino". Es un producto multidisciplinar, además de ser uno agrícola, siempre ha tenido una gran trascendencia histórica, lo que merece una mención especial: "A través de una excelente producción etnográfica hemos recogido lo mejor de la muestra de la sala 4 de nuestro museo y la hemos traído a Málaga", ha explicado Díez.

Una exposición que se acerca a lo real

Las paredes de las salas de la colección son de color vino tinto y las moquetas color corcho, lo que crea un ambiente que ayuda a la comprensión del discurso de la exposición. La penumbra y las piezas iluminadas focalmente desde abajo imitan una bodega real. "Hemos querido que la muestra que recorre el vino por la historia del arte reuniera los tres elementos imprescindibles en su creación: la penumbra, el silencio y el paso del tiempo", ha explicado Vergara. La representación ayuda a recordar que, "a pesar de que el vino sea un ser vivo, es el único al que el oxígeno en vez de hacerle bien, le hace mal", ha añadido el comisario de la muestra.

Cratera con un banquete Dionisiaco: uno de los elementos principales de la colección

La exposición estará abierta al público desde el 2 de febrero hasta el 21 de abril, en horario de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00, de lunes a sábado y domingos y festivos de 10:00 a 14:00. La entrada al centro supone un donativo solidario de 3 euros cuya recaudación se destina a la Fundación Corinto. La muestra contará además con visitas guiadas gratuitas para grupos de máximo 25 personas que podrán reservarse con antelación.