Gámez rechaza la solución de cubrir el río y se atisba una nueva 'guerra' institucional

Sólo un día después de que el alcalde, Francisco de la Torre, resucitase la esencia del plan Guadalmedina, abanderado en el año 2000 por Celia Villalobos, como opción a desarrollar en la integración del cauce urbano del río, la candidata del PSOE en la capital de la Costa del Sol y delegada del Gobierno andaluz en la provincia, María Gámez, tomó la palabra. Y lo hizo para exponer su rechazo a la opción de embovedar la traza urbana y defender una solución "abierta y verde", donde se primen los usos ciudadanos, peatonales y de esparcimiento.

"Me alejo de opciones que supongan pensar más en el rédito que da el suelo que puede salir de ahí y que signifiquen que vamos a incrementar el tráfico", explicó Gámez en clara oposición a la idea de cubrición que defiende el regidor popular. De la Torre admitió el pasado miércoles que era favorable a aprovechar el cauce para usos como aparcamientos y vías de circulación, entre otros, tras conocer las conclusiones del informe del Cedex.

Gámez mostró sus preferencias respecto al futuro del río en calidad de candidata socialista y en la sede provincial de la formación, acompañado por su coordinador de campaña, el arquitecto Carlos Hernández Pezzi. Desde la Administración autonómica apuntaron que lo expuesto por la alcaldable no se puede extrapolar como la posición formal de la Junta en este asunto, que se asienta en la necesidad de que sea la Fundación Ciedes (organismo que integra a todas las instituciones y agentes sociales y económicos de la provincia) la que adopte la decisión final. Un ente en el que, previsiblemente, volverá a exponer su punto de vista sobre este asunto pero, en ese caso, en su condición de delegada andaluza.

En cualquier caso, todo indica que la clara apuesta de Gámez por un modelo distinto del expuesto por el alcalde hace atisbar un nuevo motivo de confrontación entre las administraciones local y regional, como meses atrás lo fue el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) o en sus inicios, la construcción del Metro.

Durante poco más de media hora de comparecencia, la aspirante a hacerse con el bastón de mando en la Casona del Parque en mayo marcó las líneas estratégicas que, a su juicio, debe seguir la opción final a desarrollar sobre el río: la seguridad hidráulica, el respeto ambiental, conocer la opinión de los vecinos y el agua como elemento a potenciar. Al tiempo, anunció su intención de demandar en Ciedes la convocatoria de un concurso de ideas a partir del cual se tome la decisión final.

Sobre ello, dijo que si del mismo y de la opinión de los patronos se concluyese el embovedamiento como la mejor alternativa, la aceptaría. Opinó que acudir a la idea del año 2000, abanderó la ex alcaldesa Celia Villalobos, es "una falta de imaginación y es obviar lo que estas ciudades ya están haciendo".

Para Gámez, las idea a medio y largo plazo para mejorar el Guadalmedina pasan por convertirlo en "elemento de disfrute de la ciudadanía", mediante zonas de ocio, paseo, deportes. "Nos alejemos de soluciones que pueden estar enfocadas en la especulación", dijo, a lo que añadió: "Quiero réditos ciudadanos; no réditos urbanísticos".

Pero ¿cómo se traduce todo ello en realidad? A la espera de que se perfilen los detalles técnicos y de diseño, Gámez y Hernández Pezzi aludieron a la existencia de "alternativas interminables", entre las que citaron la construcción de puentes-plaza, la ampliación de las márgenes aumentando los espacios pisables por la ciudadanía e incluso la creación de instalaciones hoteleras "desmontables" en la época de avenidas... "El Cautivo iba a ser un tormento en Semana Santa si tuviésemos un embovedado marca de la casa", ironizó Hernández Pezzi, que recordó que las urbes en las que se han llevado a cabo obras de cubrición de cauces la temperatura ha subido entre 2 y 3 grados.

"O estamos por la modernidad de los que quitan los escalestrix de Atocha, de los que limitan la soberanía del automóvil, o en la modernidad de los que hacen M-30 y ponen a los ciudadanos a circular por debajo de la tierra", expuso el coordinador socialista en clara comparación entre lo que defiende Gámez y lo que defiende De la Torre.

Preguntado por algunas actuaciones que pueden servir de modelo a lo que plantea el PSOE, aludió, en especial, al caso de la ciudad mexicana de Monterrey, donde el cauce convive con zonas de ocio y esparcimiento, así como al pabellón colgante de Zaragoza o al cinturón verde de Vitoria. En cuanto al ejemplo aportado por el alcalde de Almería, rebatió que se trata de una rambla seca.

"Hay que pensar con ir a Ciedes con una solución abierta", dijo Hernández Pezzi, quien consideró que no se trata tanto de una "solución técnica, sino creativa, imaginativa, culta, moderna". "Eso no lo he oído decir, sólo he oído embovedado y a mí eso me da tanto miedo como Terminator, porque Soterrator, que no es una película que haya salido todavía, se puede hacer con metros, túneles, viales, pero soterrar ríos trae consecuencias, acotar la naturaleza trae consecuencias", añadió.

En relación con el concurso de ideas, Hernández Pezzi consideró que no puede partir de "a ver qué hacemos con el río", sino que ha de incluir ciertos filtros previos para determinar posibles soluciones en función del caudal real que deba soportar el cauce. En cualquier caso, sí fue claro al defender la necesidad de "pensar en el río desde toda la cuenca", siendo "imprescindibles y costosas" la ejecución de ciertas intervenciones que traigan consigo una rebaja del volumen de agua.

Otras son las voces que en los últimos días han insistido en soluciones alternativas al embovedamiento, como el portavoz de IU, Pedro Moreno Brenes, quien aboga por la creación de un parque fluvial en el cauce.