Málaga

El Gobierno trabaja ya en los pasos previos para la redacción del proyecto de la desaladora de La Axarquía

La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en un encuentro con estudiantes este lunes en Málaga.

La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en un encuentro con estudiantes este lunes en Málaga. / Javier Albiñana

Después de dimes y diretes sobre quién se hacía cargo de la redacción del proyecto de la desaladora de La Axarquía, el Gobierno se encuentra trabajando ya en los pasos previos al mismo. La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha anunciado esta mañana en Málaga que a petición de la Junta de Andalucía, el Ejecutivo central está en diálogos con las centrales de usuarios de la zona

La necesaria infraestructura hídrica cuenta con el presupuesto –el Ejecutivo la señaló de interés general y dispuso 100 millones de euros para acometer la obra– y localización, que la Junta de Andalucía señaló junto al río Vélez el pasado mes de enero, como publicó este periódico. Por lo que sólo quedaba la redacción del proyecto para que puedan comenzar la obra que, parece que finalmente caerá del lado del Ejecutivo, según se destila de las últimas palabras de Ribera.

La ministra de Transición Ecológica ha subrayado que, a diferencia de lo que ocurrió con las desaladoras de Cataluña, "que los proyectos estaban ya llevados a la práctica y la ubicación estaba ya definida", en el caso andaluz no ha sido así. Cabe recordar que el acuerdo para desarrollar las desaladoras –tanto la de la Axarquía como la de Almería– sólo se firmó que la Junta debía señalar la ubicación, sin acordarse sobre papel ningún extremo acerca de la redacción del proyecto, por lo que, siendo una obra de interés general del Estado, compete al Ejecutivo central la redacción del mismo

Asimismo, Ribera ha señalado que "nos ha pedido que asumamos nosotros la interlocución con los posibles usuarios y es lo que estamos haciendo, desde Aquamed estamos teniendo conversaciones con las comunidades de regantes". A esto ha añadido que "hay que pensar cuál es la petición que nos llega desde la Junta, si es para uso de riego o abastecimiento en una zona poblada y poder activar cuanto antes esas obras". 

Mientras llegan las desaladoras –que en los escenarios más favorables ya se ha señalado desde el Gobierno que no estarán antes de 2027–, Ribera ha pedido "prudencia": "Hay que trabajar con escenarios realistas y prudencia, las lluvias de estos días han ofrecido un cierto alivio a la situación, pero evidentemente hay que ser cautos". 

También le ha pedido "prudencia" a la Junta en cuanto a las peticiones que eleva a su ministerio. Ha detallado Ribera que la Junta le hizo tres peticiones, apoyo en esa desaladora en Fungirola-Mijas, un incremento de la capacidad de desalación en Almería y contribución a las medidas de emergencia en el supuesto de que, en efecto, viviéramos un episodio de sequía que se prolongara hasta el verano y que pusiera en peligro el abastecimiento en zonas urbanas.

"Y respondimos, obviamente, positivamente a las tres", ha especificado a la vez que aseguraba que no lo hacían porque fuera competencia del Estado, "que no lo es", sino por que "en supuestos de emergencia es capital ofrecer todo el apoyo que corresponda a quien esté en una situación de necesidad, incorporando el mensaje de que hay que prepararse, es decir, creo que esta es una lección también de cara a tomarse en serio esta actividad con suficiente anticipación", esto último el dardo para la Junta ligada a la prudencia. 

Aquí, ha retomado la infraestructura de Fuengirola-Mijas. En 2008, cuando la disminución de las precipitaciones por el cambio climático se hizo evidente a la vez que siguió aumentando el consumo, el Gobierno central y la Junta acordaron construir una desaladora entre Mijas y Fuengirola para producir 20 hectómetros cúbicos. Se adjudicó sus construcción a una unión temporal de empresas formada por Sacyr, Sadyt y Construcciones Vera. En 2012, el ministro Miguel Arias la dejó en un cajón por lo que juzgó como un precio inasequible y una dudosa sostenibilidad

Al respecto Ribera ha señalado que hoy "tendríamos mayor volumen de agua disponible, mayor seguridad hídrica" y que este es uno de los proyectos que la Junta de Andalucía reclama a su ejecutivo. 

Espera no tener que acudir al transporte de agua en barcos, pero "hay que estar preparados"

Una vez que las desaladoras tardarán años en llegar por mucho que se aligeren los plazos, el primer punto crítico que se marca en el calendario es el verano. Y en el horizonte, si sigue sin llover, la oportunidad de traer agua en barcos sigue cobrando fuerza. "Están los equipos técnicos trabajando, tanto de la Junta como del Ministerio, y evidentemente confiamos en que no llegue a resultar necesario, pero creo que es importante estar preparados por si fuera así", ha señalado Ribera.

Sobre el cómo sería esa operación, ha detallado: "A lo que nos hemos comprometido es a poner a disposición de la Junta agua desalada, nosotros asumimos el coste de la desalación y de llevar el agua de la planta de desaladora hasta el barco". A esto se suma la parte de la Junta, a la que corresponde "la identificación de los barcos y la descarga de esos barcos para integración en los sistemas de abastecimiento de la zona de Málaga".

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