Herramientas para el futuro
Un mes de teoría y cinco de prácticas remuneradas en todas las áreas del hipermercado Eroski, en el centro comercial Larios, les ha valido a 17 jóvenes para llenar su mochila de herramientas para el futuro. Han adquirido conocimientos del sector comercial, habilidades sociales y decenas de experiencias que esperan poder poner en práctica en breve. Ayer recibieron sus diplomas en la clausura del segundo programa Aprender Trabajando que pone en marcha la Fundación Secretariado Gitano y Cruz Roja con la colaboración de la Obra Social de La Caixa. Ya han dado el primer paso para su inserción laboral.
"Son personas en riesgo de exclusión y, en este caso, del colectivo gitano, por lo que este programa supone la posibilidad de tener una inserción laboral, de demostrar que pueden trabajar como cualquiera y desterrar estereotipos", comentó ayer Jacobo Wahnich, formador de Secretariado Gitano y tutor del programa. Tamara Esteve, coordinadora provincial de la fundación, agradeció el trabajo de Eroski con estos participantes "que se han implicado, se han sentido uno más, se han formado y han contribuido con su valor añadido a la empresa".
"Tenéis la oportunidad de montaros en el tren de la formación y de la inclusión social, sois dueños de vuestro futuro, que nadie os diga que no podéis conseguirlo", subrayó el mediador Juan José Flores a los participantes. Y destacó que no está reñido el crecimiento personal y profesional con el mantenimiento de los valores culturales. "Llegar a ser sin dejar de ser gitano", dijo Flores y recalcó a los chicos que se han convertido "en referente de jóvenes de la comunidad gitana" por lo que "tienen que seguir aportando".
Manuel tiene 19 años y esta experiencia le ha ayudado a darse cuenta de la importancia de la educación, "Quiero formarme y tener una vida honrada como cualquiera", comentó este joven de la Trinidad que se examinará en pocos meses del Graduado en Secundaria y que sueña con estudiar un grado medio. María es su compañera, tiene 18 años y aseguró ayer antes de recibir su diploma que el programa "ha supuesto mucho para mi". Tiene pensado estudiar Bachillerato y la caja ha sido la parte que más le ha gustado de su rotación por las distintas áreas del supermercado.
Tamara, de 23, considera que estas prácticas le han ayudado a "ir creciendo, he aprendido muchas cosas". Después de sacarse la ESO hizo prácticas en una tienda de ropa y ha trabajado de camarera. "Me gustaría conseguir un empleo en el comercio porque me encanta el contacto con el público", aseguraba ayer, satisfecha con su labor y contenta por haber cobrado 350 euros durante los últimos cinco meses. Hasta el 31 de diciembre continuarán en la empresa. Después de eso tendrán que caminar solos hacia su porvenir.
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