Atendiendo a estos dos últimos parámetros, el Gobierno andaluz confirma la existencia de 714 enfermos en los centros hospitalarios de la provincia, 64 menos que el sábado, mientras que los que están en la UCI son 107, 11 menos que la jornada anterior. Hace justo una semana los hospitalizados eran 871. Es decir, de domingo a domingo hay 157 pacientes menos ingresados. La cifra total de afectados por el Covid que han necesitado en algún momento de ser atendidos en los hospitales es de 6.550 personas. Son 40 más en las últimas 24 horas. 

A pesar de esta evolución positiva, que rebaja la presión sobre el sistema sanitario en un escenario en el que la Administración regional había contemplado la apertura de instalaciones alternativas para dar respuesta al crecimiento de los afectados, hay que lamentar otras ocho muertes relacionadas con la pandemia. El dato de decesos es el más bajo desde el pasado lunes, cuando hubo que lamentar solo un fallecimiento. 

Tras ese día, los dígitos han sido elevados. 28 el martes, 23 el miércoles, 25 el jueves, 29 el viernes (el valor más elevado de toda la pandemia) y 18 el sábado. Tomando como referencia el comportamiento de la última semana, son 132 las personas que han perdido la vida debido al coronavirus. De los 1.109 fallecidos registrados el domingo 7 de febrero se pasa a los 1.241 actualmente contabilizados.

La incidencia de la tercera ola es más fácilmente apreciable si se toman como referencias temporales de comparación el primer día de febrero y el primer día de enero. Las muertes acumuladas este domingo son 228 más que hace justo dos semanas, y casi 459 más que cuando arrancó 2021. Otro valor positivo es que, de nuevo, el número de personas que han sido capaces de superar la enfermedad supera al de los contagios. En este caso, son 480 curados en las últimas 24 horas, alcanzando el acumulado las 47.943.

Queda ahora por confirmar la vigencia de la fotografía actual, en la que se observa un claro retroceso respecto al periodo postnavideño, con la puesta en marcha medidas restrictivas que limitaron el movimiento entre territorios. Más aún en un momento en que la reducción de la tasa de incidencia ha traído consigo la reapertura de comercios y negocios de hostelería en grandes núcleos urbanos como Málaga capital y Marbella, entre otros.