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Málaga

Incertidumbre en la UMA por el futuro de los Erasmus en un Brexit sin acuerdo

  • El bloqueo de las negociaciones deja en el aire las becas del próximo curso

  • La Universidad ya ha cerrado diez convenios bilaterales y analiza alternativas a la posible falta de financiación

Pasillos de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UMA.

Pasillos de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UMA.

La cuenta atrás ya ha empezado. Quedan semanas para que se produzca la salida de Reino Unido de la Unión Europea y la incertidumbre en el ámbito universitario en torno a qué sucederá con el programa de becas Erasmus sigue siendo la misma que cuando hace dos años los británicos decidieron en referéndum abandonar el club comunitario. El adiós definitivo está fijado para el 29 de marzo, pero las opciones de un Brexit duro toman fuerza, mientras crece el nerviosismo en el ámbito académico. En la Universidad de Málaga (UMA) hay en torno a cien estudiantes que ya han solicitado una estancia en Reino Unido para el próximo curso, y que podrían perder la ayuda si finalmente no hay acuerdo. Todo está en el aire y los movimientos de los próximos días son claves.

A quienes están allí no les afecta la situación, ya que la Comisión Europea garantizó en enero su continuidad, pero los que han solicitado estancia en algún campus británico para 2019-2020 podrían perder la ayuda si no hay acuerdo. El tratado negociado entre la primera ministra Theresa May y Bruselas, en el que se decidió un periodo transitorio para prorrogar las becas hasta 2021, dio un respiro a las universidades. Pero ahora, con el bloqueo del Parlamento inglés, si este martes 12 de marzo sus señorías vuelven a rechazar el documento, nada de lo hablado servirá y quedará poco margen de maniobra para reaccionar.

El enredo es tal que la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (Crue) ha convocado una reunión para el 14 de marzo, aunque desde el Vicerrectorado de Internacionalización de la UMA subrayan que llevan tiempo trabajando en distintas alternativas, en contacto con el resto de universidades andaluzas. De hecho, los responsables de internacionalización de los distintos campus de Andalucía ya han mantenido encuentros para buscar salidas a la posible falta de financiación.

El problema es que las convocatorias de las becas Erasmus se hacen con un curso de antelación, por lo que ahora mismo los alumnos están eligiendo sus destinos para el 2019-2020 sin la certeza de que vaya a haber financiación para sus estancias. Desde la UMA tratan de no alarmar a sus estudiantes, sobre todo porque todavía no hay una respuesta definitiva por parte de Europa. “Incluso a nivel europeo se desconoce lo que puede pasar, imagínate de ahí para abajo”, comenta la vicerrectora, Susana Cabrera, que sostiene que “estamos viviendo una situación muy excepcional”, aludiendo a que la incertidumbre es la misma entre los británicos. “Lo ideal sería que no hubiese Brexit”, dice, aunque a sabiendas de lo improbable de que la situación se revierta en ese sentido, asegura que su departamento baraja distintas alternativas.

La mejor solución, tal y como insiste Cabrera, sería que Europa se comprometiera a seguir financiando esas estancias, ya fuera del paraguas del programa Erasmus, o que en su lugar, hubiese algún tipo de acuerdo en España a nivel nacional o autonómico, para que la administración se hiciese cargo de las ayudas económicas. Si nada de esto ocurre, Cabrera asegura que la propia UMA podría asumir el coste de esas becas, del mismo modo que se hace con la movilidad de los estudiantes a países no comunitarios como Corea o Estados Unidos.

Un grupo de Erasmus señala su país de destino. Un grupo de Erasmus señala su país de destino.

Un grupo de Erasmus señala su país de destino.

En este último caso, Cabrera matiza que “la cuantía que podría dar la Universidad no sería exactamente la misma que la que da Europa, porque tenemos que asimilarlo con programas no europeos”. Tendría que hacerse con cargo a la partida de la UMA reservada para becas no europeas que, en el actual presupuesto asciende a 350.000 euros. Si el dinero de las Erasmus a Reino Unido del próximo curso tuviera que salir de ahí, Cabrera explica que “dado que era una cuestión difícil de prever antes”, a su departamento le gustaría que la Gerencia pudiera llevar a cabo alguna modificación presupuestaria para aumentar dicha partida, vía Consejo de Gobierno. “Así el resto de ayudas no se verían perjudicadas”, apostilla. “A las malas, si no se puede contar con fondos propios, habría que buscarles opciones de ir a otras universidades alternativas”, agregó.

En cualquier caso, desde la UMA prefieren no hacer especulaciones porque, tal y como insiste la responsable de Internacionalización “hay miles de dudas y todo está en el aire”. Lo que sí quiso dejar claro es que se están analizando “todas vías posibles” y que “desde la UMA intentaremos conseguir que se mantenga la financiación, ya sea a nivel europeo, autonómico o ministerial, sino por supuesto que desde la propia Universidad intentaremos contribuir a mantener las estancias”.

A los alumnos se les mantiene informados, según afirma la vicerrectora. “Tenemos sesiones informativas con ellos antes de irse a su destino”, señala. Y las universidades británicas están siendo “muy activas” a la hora de plantear acuerdos bilaterales. “Para ellas el problema es mayor aún, y además son ellas las que tienen que dar explicaciones a todos sus estudiantes”, recuerda Cabrera.

En este sentido, la institución malagueña está en conversaciones con sus homólogas en Reino Unido para cerrar convenios que den continuidad al intercambio de estudiantes. Ya se han firmado hasta una decena de estos acuerdos entre la Universidad de Málaga y otras británicas para que cada una sufrague las becas de los estudiantes que envía, como se hace con otros países.

A pesar de la situación, la vicerrectora dice que “Reino Unido sigue siendo uno de los destinos preferidos” y que la demanda de Erasmus para el próximo curso no ha bajado por la crisis del Brexit. De las 1.180 becas convocadas, un centenar de estudiantes estarían interesados en irse al Reino Unido. Del lado contrario, la UMA recibe de media unos 50 estudiantes británicos cada año.

En realidad, los alumnos confían en la posibilidad de que haya acuerdo, así lo afirma el presidente del Consejo de Estudiantes de la UMA (CEUMA), Miguel Ángel Sánchez, quien asegura que el asunto todavía no ha llegado a generar nerviosismo entre sus compañeros. “Es un tema que está tan en el aire que la gente tampoco sabe muy bien qué está pasando”, dice. “Sé que hubo mucho revuelo al principio, cuando se votó el referéndum, porque los estudiantes se pensaron que iba a ser más inmediato, entonces sí hubo quien se replanteó no ir a Reino Unido”, explica.

La UMA analiza si podría destinar fondos de becas no europeas para las de Reino Unido

Ahora, según Sánchez, la mayoría de los estudiantes “no siguen la política tan a diario” y “piensan que eso ya ha pasado”. “Se había dejado de hablar en los medios todos los días del Brexit, y parecía que estaba resuelto”, dice el presidente del CEUMA, que también recuerda que en los últimos días se está hablando de la posibilidad de una prórroga para retrasar la resolución definitiva del Brexit o, incluso, la opción de que se acuerde un nuevo referéndum.

“Todo suposiciones, no hay nada seguro”, admite Sánchez. En el peor de los escenarios, el CEUMA considera que “se podría hacer un estudio y ver cuántos estudiantes van a Reino Unido; si el dato no es demasiado la UMA podría sufragarlo”. “Supongo que sería un gasto asumible por parte de la Universidad”, indica Sánchez, que añade que sería “injusto” que los estudiantes acabaran “pagando por este conflicto”.

Cristian Gámez, alumno de tercero del Grado de Traducción e Interpretación, es uno de los malagueños que ha solicitado una beca Erasmus para ir a las islas británicas el próximo curso. Por el momento se mantiene “tranquilo”, aunque reconoce que si hubiese imaginado la posibilidad de una salida sin acuerdo “seguramente hubiese cambiado de destino”. “Lo pensé, pero no me parecía algo probable”, dice, al tiempo que agrega que aunque “es verdad que todos sabíamos lo del Brexit, no hay una gran preocupación”. “Supongo que se buscará alguna solución”, concluye.

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