El Infoca sin descanso, incluso sin incendios

Los miembros del dispositivo reciben una formación continua, incluso durante la campaña de máximo riesgo, para no perder la práctica de unas tareas cruciales

durante un fuego.
Raquel Garrido Málaga

02 de agosto 2015 - 01:00

Su máxima prioridad en estas fechas es estar alerta en todo momento por si se produce un incendio forestal e intervenir de forma inmediata en cualquier punto del territorio malagueño. Pero mientras eso ocurre, los miembros del dispositivo contra incendios del plan Infoca no esperan de brazos cruzados. Su actividad no cesa ni siquiera en esos momentos de tranquilidad que hasta la fecha está regalando uno de los veranos más cálidos de la historia. Su adiestramiento es continuo y a la espera de que el monte los necesite para combatir las posibles llamas el resto del tiempo hay que estar en activo.

Y así cada semana, si los incendios lo permiten, toca realizar prácticas sobre el terreno. Cada uno de los dos centros de defensa forestal (Cedefo) que hay en la provincia de Málaga, ubicados en Ronda y Colmenar, además de base brica de Cártama, organiza su propio entrenamiento en el que participan los retenes que en ese momento estén de guardia e incluso a veces personal del resto del dispositivo para que exista la máxima coordinación entre todos cuando toque ponerlo en práctica.

Los miércoles por la mañana es el día elegido por el Cedefo de Ronda para llevar a cabo sus entrenamientos. Esta semana consistió en simular el rescate y evacuación en helicóptero de un herido afectado por un hipotético fuego, y participaron tres retenes, dos técnicos y el personal de la unidad médica de incendios forestales que dio instrucciones a los retenes de cómo actuar llegado el caso.

José Lajas, técnico de supervisión del plan Infoca en Málaga, explicó a este periódico que ese es sólo uno de los muchos ejercicios que se realizan en este tipo de prácticas rutinarias durante los meses de la campaña de máxima riesgo y que "tratan especialmente de velar por la seguridad de los posibles afectados y la prevención de riesgos laborales del personal".

De ahí, que uno de los entrenamientos en los que suele hacerse hincapié cuando participa un helicóptero es en el embarque y desembarque de los retenes que acuden a sofocar un incendio en el monte porque "se trata de un momento crítico que se complica si hay viento y porque no siempre se puede llevar a cabo en un terreno llano", señaló.

Las prácticas se completan normalmente con lo que en la jerga de la lucha contra incendios se denomina la línea de defensa y que consiste en quitar la vegetación de zonas próximas al fuego para evitar su avance. "Es una tarea preventiva dentro de las tareas de extinción y se hace cuando no se puede estar directamente delante del frente de llama bien porque hace demasiado calor o porque la situación sea muy compleja", explicó Lajas, quien añadió que es una labor que también se lleva a cabo una vez que se ha extinguido el fuego como perímetro de seguridad y medida de prevención para que en caso de que se reactive no pueda afectar a las zonas colindantes.

Son tareas que conviene practicar con frecuencia por su importancia, al igual que el tendido de mangueras varios cientos de metros desde los camiones autobomba para controlar su manejo. "Todas estas labores se entrenan continuamente todos los años por más tiempo que lleve una persona en el dispositivo", aclaró el técnico, ya que el objetivo es "no perder la atención ni relajarse en ningún momento".

En estas prácticas a veces incluso participan miembros de otros cuerpos que intervienen en algunas ocasiones en la extinción de incendios, como es el caso de la Unidad Militar de Emergencias (UME) que hace varias semanas lo hizo junto a los retenes del Cedefo de Ronda.

Las prácticas sobre el terreno se suelen complementar con las charlas que se tienen en los propios centros entre los miembros de los retenes tras un fuego y que tienen como fin el intercambio de opiniones sobre cómo se ha actuado y si se podría haber mejorado en algo. Con todo ese intercambio de impresiones, Lajas explicó que se redactan informes que al año siguiente se pasan a los compañeros de otras provincias "en lo que llamamos lecciones aprendidas y que sirve de aprendizaje para otros incendios".

La formación es extensiva a todos los perfiles del personal que forma el dispositivo Infoca y adaptada a cada uno. Por ejemplo, para los vigilantes de las casetas que hay repartidos por la provincia los entrenamientos consisten en mejorar el conocimiento de la zona donde está ubicada, practicar el manejo de las brújulas e incluso distinguir un fuego por el color del humo para que "cuando den el aviso sean lo más precisos posible sobre dónde está el fuego y su gravedad".

Pero en realidad, el plan de formación que sigue el Infoca no se centra únicamente en estos meses del año de mayor intensidad por el riesgo de incendios, sino que se prolonga durante todo el año y se adapta a cada época. Así, por ejemplo, durante los meses en los que el Infoca se centra en las tareas de prevención, la formación que recibe el personal se refiere al manejo de una motosierra o una desbrozadora, o al apeo de árboles para evitar riesgos en los trabajos selvícolas que se llevan a cabo para a poner a punto los montes antes de que las llamas entren en acción.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último