Juanma recibe un trasplante de médula de su padre tras fallar su donante
El joven fue trasplantado el lunes
El progenitor recuerda la responsabilidad de quien se inscribe en un registro para donar
Juanma Martínez Vallejos -el malagueño de 18 años aquejado de una leucemia y que el verano pasado lanzó una campaña a favor de la donación de médula ósea- fue trasplantado el lunes. Como es habitual en estos casos, continúa ingresado en una habitación de aislamiento del Hospital Regional dado que ahora carece de defensas. Las células madre que le han trasplantado deben germinar hasta generarle una médula ósea nueva y sana.
El trasplante estaba previsto para septiembre. Pero su caso se complicó porque en el último momento, su donante compatible -hallado en Estados Unidos- no acudió al hospital a iniciar el tratamiento previo a la donación. Ya tenía hechas las analíticas, que eran correctas; había firmado el consentimiento e incluso estaban cerrados los vuelos para traer la médula a Málaga. Pero falló. No se presentó en el hospital. La búsqueda internacional hecha a través del Registro de Médula Ósea (Redmo) encontró a otros tres potenciales donantes en Estados Unidos. Dos dijeron que no y el tercero no fue localizado.
En una carrera contrarreloj, el equipo médico del Hospital Regional decidió entonces ir a un trasplante haploidéntico, como se llama cuando la compatibilidad es del 50%. El centro malagueño es el hospital con más experiencia en esta técnica de Andalucía. Así, el padre se convirtió en su donante. Francisco Martínez cuenta que tuvo que tomar un tratamiento previo, pero que el riesgo para el donante es cero. "Sólo me provocó un par de días de agujetas, como cuando haces ejercicio", explicó. El 2 de octubre, su hijo inició la quimioterapia para borrarle la médula enferma. El día 6, Francisco comenzó a tomarse el tratamiento para que las células madre de su médula pasaran al torrente sanguíneo, desde donde fueron extraídas mediante aféresis.
El lunes pasado se produjo la donación y el trasplante en el Hospital Regional. "A la hora y media de mi donación, se lo estaban poniendo", comentó el padre. "Ahora mi médula está intentando germinar en su cuerpo y hay que esperar", añadió.
Según los datos del centro hospitalario malagueño, cada cuatro días se salva una vida por un trasplante de médula ósea. En estos casos, las células madre pueden provenir de la médula ósea, la sangre periférica o el cordón umbilical. La primera fuente es la que dio el nombre genérico a los trasplantes. La segunda, la utilizada en el caso de Juanma. Desde que en 1989 se hiciera en Málaga el primero de estos trasplantes, ya van más de 1.300 vidas salvadas con esta técnica. En casi 30 años, además, no ha parado de crecer el programa debido a los constantes avances médicos.
"Un donante jamás debería echarse atrás; esto es salvar a una persona"
"Un donante jamás debería echarse atrás porque hablamos de la vida de una persona. En el caso de mi hijo, hemos perdido dos meses", reflexionó el Francisco Martínez, padre de Juanma, después de que la persona que iba a donarle se arrepintiera. El progenitor hizo un llamamiento a la "responsabilidad" a quienes que se apuntan en un registro de donante de médula ósea a cumplir después con ese compromiso. A diferencia de la donación de sangre -en el que el material biológico se almacena en un banco, que en Málaga se sitúa en el Hospital Civil- cuando alguien se hace donante de médula ósea, no dona en ese momento. Entonces sólo está manifestando su disposición a hacerlo en el futuro. Puede incluso que jamás done si nunca aparece un enfermo compatible que lo necesite. Pero cuando a través de la red internacional se le requiere, si se echa atrás puede dejar a un paciente sin la médula compatible que necesita para vivir. "Por eso no se necesitan personas que se hagan donantes desde la emoción o el fervor, sino desde la responsabilidad", advierte Martínez. "Además no deben tener miedo porque el riesgo es cero para el donante", insistió el padre de Juanma.
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