Jueces cuestionan que se restrinja la patria potestad a los maltratadores

Las magistradas de Violencia contra la Mujer de Málaga no ven "adecuado ni proporcionado" imponer una regla fija que puede acabar lesionando los derechos de los hijos sin ponderar las circunstancias de cada caso

Encarna Maldonado / Málaga

26 de noviembre 2010 - 01:00

Los jueces de violencia doméstica de Málaga no comparten la propuesta de la ministra de Igualdad, Leire Pajín, de limitar la patria potestad a los maltratadores. Dudan de la eficacia de una medida que, buscando castigar al agresor, pueda también lesionar los derechos del menor. El Consejo de Ministros debatirá hoy, a iniciativa de la ministra Pajín, la conveniencia de retirar la custodia a los maltratadores condenados o incursos en procedimientos judiciales. Esto significaría que sus hijos no podrán quedar a su cargo, aunque sí tendrían derecho a visitas. Sin embargo, el informe presentado en diciembre de 2009 por la Subcomisión de Igualdad de Género del Congreso proponía restringir la patria potestad, concepto que incluye tanto la custodia como el régimen de visitas. Además, el verano pasado el Partido Popular presentó en la Cámara una moción para instar a que esta medida se aplicara de forma inmediata.

La magistrada María Ángeles Ruiz, titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Málaga, duda de la bondad de esta solución: "Esta no es una ciencia exacta. Hay tantas circunstancias que influyen en cada uno de los casos de maltrato que no me parece adecuado ni proporcionado imponer una regla fija". "Es necesario valorar cada conducta, ver los beneficios y perjuicios que reporta al niño." Su compañera, la magistrada María Concepción Montoya, titular del Juzgado de Violencia número 2 de Málaga, comparte a pie juntillas este punto de vista. Además subraya que la Ley ya prevé esa posibilidad, "aunque yo sólo he adoptado una medida de estas características en una ocasión porque tenía sospechas de abuso sexual a los hijos".

Incluso en las mismas circunstancias en las que está ahora la Ley Integral de Violencia de Género es posible suspender las visitas a los progenitores con carácter cautelar, una opción que se tiene en cuenta por ejemplo cuando una víctima de maltrato ingresa en una casa de acogida fuera llevándose consigo a sus hijos. Es más, el Código Penal también prevé "las órdenes de alejamiento sin régimen de visitas para el agresor, pero lo cierto es que como norma general no se aplica", afirma la titular del Juzgado de Violencia número 1.

María Ángeles Ruiz González es la magistrada de Violencia contra la Mujer más veterana de Málaga. Se hizo cargo del juzgado justo al crearse, en 2005, y en este tiempo aprecia una considerable evolución de la sensibilidad social. "Antes se pensaba que esto era algo que ocurría poco y la implicación del entorno de la víctima en las denuncias era mínima, en primer lugar porque la mujer trataba de ocultar el maltrato, pero también porque el mensaje de la familia era que había que aguantar. Ahora ya no".

Resalta no sólo la respuesta jurídica que la Ley ha dado a la violencia machista, sino también los medios que se han movilizado de atención a la mujer maltratada. Sin embargo, echa en falta que este concepto se haya llevado a la escuela y que forme parte del currículo educativo. "Eso se ha hecho con Educación para la Ciudadanía pero no con la violencia de género y lo que está claro es que nada cambiará mientras en esta sociedad falten el respeto, la educación y la igualdad".

Entiende que esa es la gran oportunidad que tienen los hijos de los maltratadores de escapar a un escenario que han terminado por asumir como normal: "Recuerdo siempre una chica que me contaba que ella se dio cuenta de que lo que ocurría en su casa no era lo normal cuando fue a casa de una amiga". El que la escuela no se ocupe de este fenómeno es, en opinión de esta jueza, una de las razones que también explica por qué "cada vez hay más episodios de agresiones entre jóvenes". Se trata de parejas prácticamente adolescentes en las que el proceso de la violencia "se manifiesta muy rápido".

La violencia machista es un proceso creciente de ciclos alternos de agresiones y promesas de cambio, a lo largo del que se mina la autoestima de la mujer. Por eso se retiran las denuncias "y porque hay que ser muy fuerte para afrontar un proceso tan duro", concluye la juez Ruiz González.

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