Un maltratador acumula en el juzgado denuncias de tres parejas

Ser agresor o víctima es un factor de riesgo que implica futuros episodios de violencia

E. M. / Málaga

26 de noviembre 2010 - 01:00

Un maltratador ha sido denunciado en los juzgados de Málaga por tres mujeres diferentes a las que ha agredido en diferentes momentos de su vida. Los juzgados de Violencia contra la Mujer registran en cada diligencia que abren si se trata de la primera denuncia o no. Y en el caso de este hombre, la anotación que figuraba en el expediente indicaba que era la primera vez que la víctima acudía a comunicar una agresión. Sin embargo, la peculiaridad del nombre propio del denunciado levantó los recelos de la titular del Juzgado número 1, María Ángeles Ruiz González. Entonces comprobó que ese mismo hombre había sido denunciado por tres parejas sucesivas.

A la magistrada Ruiz González no le gusta hablar de perfiles, aunque reconoce que hay situaciones de riesgo: haber sido maltratador es uno de estos factores. Quien ha agredido a una pareja lo más probable es que lo haga también con las siguientes. "Hay especialistas en malos tratos", concluye la jueza.

Y haber sido maltratada también es una situación de riesgo. Por eso no es infrecuente que una víctima de maltratato vuelva a ser agredida. Entre estas situaciones de riesgo también se encuentran los hijos de maltratadores que reproducen las conductas entendidas como normales en el ámbito doméstico. Además, hay circunstancias que hacen saltar la espoleta como el consumo de alcohol y drogas, el paro e, incluso, el embarazo y nacimiento de los hijos que hacen al agresor reaccionar al ver que pierden el control sobre las víctimas.

Entre las medidas dirigidas a proteger a la víctima también figuran el uso de pulseras electrónicas, un dispositivo previsto en la Ley desde hace poco más de un año que nació con muchas expectativas pero que, sin embargo, se utiliza poco. "Si se trata de un caso grave optamos por el alejamiento. Si es muy grave, la prisión. La pulsera es una medida intermedia que exige la colaboración absoluta de la mujer. Yo sólo la he ordenado cuando el procedimiento se prolongaba y se corría el riesgo de que la prisión preventiva se convirtiera en una pena anticipada".

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