Málaga

La Junta dice que estudiará el encauzamiento del Campanillas y avala la idea del alcalde de bajar el río

  • Precisa que al ser un tramo urbano la obra la tiene que ejecutar el Ayuntamiento 

Vehículos dañados por la tromba de agua.

Vehículos dañados por la tromba de agua. / Javier Albiñana

El proyecto de encauzamiento del río Campanillas, cuya redacción fue adjudicada por la Junta de Andalucía en 2005, vuelve a ponerse sobre la mesa. Así al menos lo admiten fuentes de la Administración regional, que confirman la intención de estudiar nuevamente el documento técnico, incidiendo en la necesidad de tomar conocimiento de su contenido toda vez que data de 2008.

La respuesta que trasciende del Gobierno andaluz no permite ir más allá respecto a la voluntad cierta de, llegado el momento, afrontar una actuación que desde hace 15 años se venía señalando como prioritaria para minimizar el "alto riesgo" de inundabilidad que presenta este espacio. Muestra de ello es lo que señalaron los redactores del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de Málaga en su avance, de 2005, llegando a asegurar que era "la obra de mayor importancia" a ejecutar en Campanillas, arguyendo que las crecidas del río, “a pesar de la construcción de la presa de Casasola, provocan inundaciones en la margen derecha donde se ubica el núcleo urbano".

El trabajo técnico realizado en su día, olvidado en todos estos años a pesar de la situación de amenaza cierta que pesa sobre este barrio de la capital, situaba el coste de la obra de encauzamiento en unos 53,6 millones de euros. Más allá del impulso del documento, la Administración regional no dio paso alguno para avanzar en esta intervención, que está incluida en una de las últimas versiones del Plan Hidrológico de la Cuenca Mediterráneo como obra a ejecutar para afrontar "fenómenos meteorológicos extremos".

Sobre lo que sí hay mayor convencimiento es sobre el planteamiento que el pasado martes expuso el alcalde, Francisco de la Torre, de impulsar actuaciones intermedias, más inmediatas, con las que evitar que se repitan las escenas ocurridas en la madrugada del sábado, cuando el desbordamiento del Campanillas anegó sótanos, garajes y arrasó con decenas de vehículos. La idea del regidor pasa por bajar el lecho del cauce en ciertos puntos para ganar capacidad de desagüe, así como por la instalación de escolleras en determinadas zonas.

Sobre este particular, desde la Junta mostraron una disposición a asumir el planteamiento del mandatario local y autorizar estas actuaciones. Aunque apuntaron que se trataría de una intervención a realizar y financiar por el Ayuntamiento, al tratarse de un tramo urbano del río. Queda por saber si, con este condicionante, De la Torre sigue adelante. La reacción del alcalde fue clara tres días después de la riada en Campanillas, asumiendo la preocupación de los vecinos de esta barriada y subrayando que se trata de un suceso que no puede volver a repetirse.

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