Málaga

La Junta refuerza las medidas para prevenir catástrofes en la presa de El Limonero

  • Saca a concurso la instalación de nuevos aparatos de medición y la implantación del Plan de Emergencia

  • El valor de partida ronda los 1,3 millones y el plazo es de seis meses

Imagen de archivo de la presa de El Limonero.

Imagen de archivo de la presa de El Limonero.

La Junta de Andalucía acaba de activar la contratación por un valor cercano a los 1,3 millones de euros de una serie de obras mediante las que mejorar las condiciones de prevención y gestión de catástrofes de la presa de El Limonero. Esta infraestructura, situada a unos 5,5 kilómetros de la desembocadura del río Guadalmedina, fue construida con el objetivo principal de reducir el riesgo de inundaciones en la capital de la Costa del Sol debido al desbordamiento del encauzamiento del río, para el que se considera una capacidad máxima de 600 metros cúbicos por segundo.

A este primer fin se suma uno segundo consistente en el aprovechamiento de las aguas reguladas para completar el abastecimiento de la urbe. No obstante, los parámetros manejados son ciertamente escasos. En la documentación oficial de la Administración regional se concreta que la dotación puede ser de 1,5 hectómetros cúbicos durante 37 días con una garantía del 95%.

Asimismo, en la memoria justificativa de las actuaciones a desarrollar, que cuentan con un plazo inicial de seis meses, se precisa que esta presa está clasificada en la categoría A "en función del riesgo potencial de su rotura o avería grave". Por este motivo, precisa disponer de sistemas que permitan la detección precoz de estas situaciones, faciliten la toma de decisiones en su gestión y posibiliten el aviso a la población que pudiera estar afectadas.

A tenor de lo expuesto por los responsables técnicos de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca y Desarrollo Sostenible, estas medidas de prevención y gestión de catástrofes se encuentran "parcialmente desarrolladas", ya que la presa cuenta con diferentes elementos de auscultación que precisan ser revisados y automatizados. A esto se suma, indican, el Plan de Emergencia "aprobado a la espera de su implantación".

El objeto de este contrato consiste, precisamente, en mejorar la instrumentación y automatización de los equipos de auscultación de la presa, implantar el Plan de Emergencia (con la disposición de los equipos necesarios) e integrar estos sistemas en el Centro de Control de Cuenca. En ese sentido, se maneja la instalación de nuevos sistemas de auscultación y la automatización tanto de los ya existentes como de los nuevos, "con señal en tiempo real en el Centro de Control de Cuenca". Otras actuaciones complementarias son la instalación de un nuevo grupo electrógeno, la adecuación de las instalaciones eléctricas de baja tensión y la reparación del revestimiento del túnel de los desagües de fondo.

De acuerdo con el proyecto de octubre de 2019, entre las nuevas actuaciones se incluye la colocación de 29 piezómetros hidráulicos nuevos, a sumar a los 43 ya existentes; la reposición de los 2 acelerógrafos que se encuentran actualmente fuera de servicio (uno en la coronación y otro en el estribo derecho para el registro de las acciones sísmicas sobre el cuerpo de presa y el terreno, respectivamente); la reposición de los medidores de ultrasonidos de los tres aforadores Thompson del túnel de los desagües de fondo; la instalación de aforador (equipado con sensor de ultrasonidos) en dren general, y la instalación de sensores de posición en las compuertas de los desagúes de fondo.

Tras la catástrofe sufrida por la ciudad en 1907, que demostró la incapacidad del encauzamiento realizado hasta aquel momento para contener una gran avenida de agua, se dio el paso de construir en 1924 la presa del Agujero y se reencauzó el río a su paso por la ciudad, con un caudal de diseño de 600 metros cúbicos por segundo. Si bien la presa del Agujero supuso una contribución importante en la laminación de avenidas, su capacidad no era suficiente para asegurar la protección exigible para una ciudad como Málaga. Por ello, en los años 70 se redactaron diversos estudios, anteproyectos y proyectos constructivos tendentes a la regulación del río Guadalmedina.

Entre las actuaciones estudiadas estaba la construcción de una presa en el lugar denominado El Limonero. Fue en 1976 cuando se redactó el proyecto para la ejecución de la presa de El Limonero, siendo validado en 1978 para adecuar la presa para que fuera capaz de laminar una avenida con un periodo de retorno de 10.000 años.

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