"La Junta no reconoce a los jueces y no mete a todos en el mismo saco"

-¿Aspira a ser juez decano animado por el éxito de la huelga de febrero?

-La judicatura ha dicho basta ya al deterioro de la función jurisdiccional y eso me ha animado a presentarme.

-Se presenta como independiente, pero usted fue de Jueces para la Democracia.

-Dejé la asociación hace un año descontento con el sistema porque las asociaciones se centran mucho en promocionar a sus asociados en la carrera judicial. En contraposición la votación a decano es magnífica para que los jueces sin intermediarios emitan su voto.

-¿Cuáles son los puntos fundamentales de su programa?

-Tenemos que intensificar las reivindicaciones para mejorar el servicio público de la Justicia. No hay mucha voluntad política y, en consecuencia, no se pone dinero. También faltan ideas porque hay reformas que no costarían un duro. Por ejemplo, en los juzgados de familia de Málaga se puso en marcha el servicio de mediación intrajudicial, hemos fomentado el uso de las tablas orientadoras [para fijar las pensiones] y contribuimos a la creación del punto de encuentro familiar. Estas iniciativas han supuesto una tasa de mutuo acuerdo del 75%. Aunque, por supuesto, el problema fundamental es el dinero y la creación de órganos. Otra cosa es también reconocer el papel de los jueces.

-¿No se les reconoce?

-El poder judicial radica en los jueces. El resto del personal son colaboradores imprescindibles, pero la Junta no lo tiene asumido y nos mete a todos en un saco, desconociendo las distintas responsabilidades. Me refiero a la seguridad. La Junta no reconoce que tenemos unas necesidades distintas, por eso es importante hacer una labor de pedagogía social para explicar al ciudadano la importancia del juez para la tutela de sus derechos.

-¿Seguridad significa exclusividad en el aparcamiento subterráneo?

-No. Aquí hemos tenido incidentes en los que un señor ha montado un número y la Guardia Civil ha tardado 15 minutos en venir. El tema del aparcamiento es otra cuestión de seguridad porque tenemos que desplazarnos del brazo del que acabamos de quitarle la custodia o del hermano del que acabamos de mandar a la cárcel. Eso es estar expuestos.

-¿Pedagogía social equivale a recuperar prestigio?

-Efectivamente, imagen y prestigio. Tenemos que explicar muy bien quién es responsable de que esa tutela judicial no se lleve a cabo con eficacia, que en la mayoría de los casos no es culpa de los jueces.

-Y está el colapso.

-Hay jurisdicciones en Málaga como la contencioso administrativa o la mercantil, que eso ya es la no Justicia, que están en quiebra técnica y eso el ciudadano lo tiene que saber. Yo creo que el decano debe que tener una presencia activa en la sala de Gobierno del TSJA para que la comisión mixta con la Junta de Andalucía funcione.

-Usted ha sido muy crítico con la simbología en la Ciudad de la Justicia.

-Es que me parece bochornoso el tema de los carteles de la Junta. Una vez vino aquí una señora y preguntó a su abogado si éramos jueces de la Junta. Un edificio judicial no puede tener esa simbología, porque este es un edificio del Poder Judicial. Que lo haya construido y lo administre la Junta, no da derecho a que esto parezca una delegación provincial de la Consejería de Justicia. Además, es necesario clarificar cómo se gestionan las macrociudades de la justicia porque aquí no se sabe si manda el presidente del la Audiencia, el juez decano o el gerente.

-Es muy severo con la Junta, pero ¿plantea alguna reclamación al Ministerio?

-Yo voy a propugnar la autolimitación del trabajo para ceñirnos a los módulos máximos que tenemos fijados los jueces. Ahora mismo estamos entre un 50 y un 100% por encima. Los tiempos de la judicatura heroica ya han pasado porque ni el Ministerio ni la Junta reconocen el papel desempeñado.