Limasa sanciona a más empleados ante "una huelga encubierta"

La empresa mixta de limpieza Limasa ha sancionado a otros 200 trabajadores por supuesto bajo rendimiento ante lo que considera "una huelga encubierta" como respuesta al conflicto laboral que ambas partes mantienen abierto desde hace años y que se ha agudizado en los últimos meses. Así lo consideró ayer el concejal de Sostenibilidad Medioambiental en el Ayuntamiento de Málaga, Raúl Jiménez, que aseguró que "hay determinados servicios que no se están haciendo bien".

Las nuevas sanciones, que se suman a las 190 que ya se enviaron a principios de año, se deben fundamentalmente, dijo el edil, a que "los camiones están llegando llenos al vertedero de Los Ruices cuando deberían ir vacíos". Ante esta situación, que Jiménez afirmó estar "sufriendo por parte de algunos trabajadores cercanos al sindicato", consideró que se trata de "una estrategia equivocada porque a quien más daño hacen es al ciudadano que debería ser su mejor aliado".

Todas ellas son leves, pero la acumulación de varias por el mismo motivo podría acarrear una sanción de carácter grave o muy grave que conllevará la suspensión de empleo y sueldo. "Han sido muy estudiadas por parte de la empresa para que no haya dudas sobre si son o no justas, por lo que están más que justificadas", aclaró el edil de Sostenibilidad Medioambiental.

Pero la postura de la empresa de sancionar a los trabajadores no está sentando nada bien en el comité de empresa que advierte que "no lo tendrán tan fácil para demostrar que esos hechos son ciertos" y defiende que los empleados sancionados "cumplen rigurosamente con su trabajo y con la normativa de prevención de riesgos laborales". El presidente del comité, Manuel Belmonte (UGT), criticó a la dirección de Limasa por estas sanciones, que recurrirán hasta el final, y culpó al mal estado de los camiones y las continuas averías que sufren a que los trabajadores no puedan cumplir correctamente con el servicio.

Así las cosas, la negociación entre ambas partes en aras de consensuar un nuevo convenio colectivo no hace más que enquistarse cada día que pasa. de hecho, la nueva reunión de la mesa negociadora celebrada ayer no dio tampoco de sí. A la espera de que los tribunales se pronuncien sobre el recurso de suplicación presentado por la empresa contra la sentencia que da la razón a los trabajadores sobre el convenio, ambas partes no volverán a reunirse para avanzar en la negociación hasta dentro justo de dos semanas.

Un hecho que fue calificado por Belmonte como "un claro bloqueo de la negociación" por parte de la dirección de la empresa. El concejal de Sostenibilidad Medioambiental, en cambio, justificó la decisión en que "como las posiciones de ambos sobre la interpretación de la sentencia son radicalmente opuestas tendrá que aclararlo un juez".

La sentencia a la que se refiere es a la dictada por el Juzgado de lo Social número 8 de Málaga y que considera que mientras no se llegue a un acuerdo sobre un nuevo convenio el único en vigor será el que se firmó para el periodo 2010-2012. El comité entiende que la aplicación de la sentencia implica recuperar las vacaciones durante los meses de verano, descansar los sábados y domingos, cobrar los 1.431 euros de la paga de productividad y poder trabajar los días festivos, entre otros, a partir del mismo 1 de enero. Sin embargo, la dirección de la sociedad dice no tener claro si deben tenerse en cuenta los acuerdos firmados en estos años, como fue el firmado en diciembre de 2013 para poner fin a la huelga que hubo entonces durante varios días y que supuso precisamente acabar con algunos de los derechos que los trabajadores reclaman ahora.

Además, Limasa presentó una demanda de conflicto colectivo ante los tribunales , lo que retrasará aún más la resolución judicial de este asunto que está abocado a una nueva huelga planteada por los trabajadores a partir del próximo mes.

No obstante, Jiménez instó al comité a lograr un acuerdo cuanto antes y "no esperar a que un juez o el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) se pronuncie" y dijo que "debemos sentarnos, ser coherentes y que cada parte ponga sus posibilidades para solucionar esta situación".