"Limpiamos la ciudad y damos de comer a la gente"

Manuel Maté y sus hermanos pertenecen a una tercera generación de chatarreros malagueños. En la actualidad regentan la empresa Reciclados Málaga, la chatarrería del polígono Guadalhorce, un negocio cuyo germen lo inicio su abuelo hace 70 años. Ahora el sector en general se encuentra en el punto de mira por el aumento de robos de metales. La familia Maté recuerda sus orígenes en el centro de Málaga, en la calle Parras, y reivindican su labor al servicio de la ciudad y de muchos malagueños. "Nosotros durante años hemos limpiadola ciudad y damos de comer a la gente", afirma Maté en su oficina, un pequeño habitáculo de una nave del Guadalhorce, completamente llena de papeles y cachivaches varios, hasta donde llegan chatarreros callejeros de forma continua para vender, principalmente, lo que han encontrado y recogido de la calle.

"¿Recuerdas los carritos que hace años recorrían la ciudad recogiendo cacharros? Eran nuestros, los cedíamos a las personas para que se ganasen la vida. Ahora los servicios de limpieza funcionan mejor", afirma Maté. Suman 11 años en el polígono Guadalhorce y dice que muchos chatarreros le dicen que vuelva al centro, pero sabe que no puede ser. "De allí nos echaron, ahora todos las chatarrerías se reparten por los polígonos, pero hasta aquí sigue viniendo la gente a ganarse la vida", añade.

Respecto a la venta de artículos robados, explica que ellos llevan un control de las cosas que compran. También narra alguna anécdota, como la del tapicero que dejó una estructura recién pintada de un sillón en la calle y cuando regresó ya no estaba. "Al estar en la calle un chatarrero la cogió pero por suerte avisó a las chatarrerías y a los pocos días apareció por aquí", recuerda. Por si alguien cuestiona al sector, pregunta de forma retórica que quién recogería "los retales que suelta la ciudad".