El día a día en el Parque Tecnológico no para, con o sin crisis. Unas empresas deciden abandonar la tecnópolis, por el motivo que sea, y otras nuevas ven en este recinto una nueva oportunidad de crecimiento. Este último es el caso, por ejemplo, del laboratorio malagueño Fernández y Canivell, los creadores del famoso Ceregumil que se comercializa en medio mundo. La empresa, que antes estaba ubicada en el polígono El Viso, empezó a hacer pruebas en su nuevo edificio en el PTA en marzo después de realizar una inversión de 7 millones de euros en la compra del terreno, la construcción del recinto y la adquisición de maquinaria. La nueva planta tiene 4.000 metros cuadrados, aunque la parcela tiene un total de 8.000 metros cuadrados, por lo que la empresa tiene la posibilidad de ampliar sus instalaciones.

Juan Carlos García, gerente de la compañía, explica que "aún no estamos al 100% porque estamos haciendo algunos ajustes en la producción, pero espero que todo esté al completo en septiembre". García señala que el traslado a la tecnópolis se debe a la necesidad "de tener más espacio y contar una fábrica moderna, ya que la fábrica de El Viso era de 1973. Teníamos que renovar la maquinaria y poseer una planta más flexible".

Este laboratorio fabrica actualmente en torno a 25 referencias siendo el Ceregumil en bote su producto estrella con una producción de 500.000 unidades al año. La nueva instalación permitirá triplicar la capacidad de producción actual si es necesario. En cualquier caso la firma, que tiene 19 trabajadores, aumentará este año su producción ya que tiene previsto empezar a exportar productos a República Dominicana y Venezuela en los próximos meses. Para poder acceder a esos países, ha suscrito un acuerdo con una empresa norteamericana llamada Dextrum, con sede en Miami, que le envasará el producto fabricado y enviado desde Málaga a granel.

Otra empresa que acaba de poner pica en el PTA es Esabe, especializada en servicios de seguridad informática. Esta firma ha creado en Málaga un centro de atención al cliente, una zona de seguridad y un apartado logístico. De hecho incluye una cámara acorazada con controles de accesos biométricos, detectores de movimiento o sísmicos. Su presidente, Florentino del Pozo, destaca que este centro "se enmarca dentro del proyecto de expansión internacional que tenemos en la compañía".

Las administraciones públicas también están poniendo su grano de arena en la consolidación del parque a pesar de la crisis. La Junta de Andalucía impulsa, junto a otras instituciones, la creación del Centro Andaluz de Nanomedicina y Biotecnología (Bionand). La primera piedra se puso en febrero y se estima que la obra durará 14 meses. La parcela tiene 6.500 metros cuadrados y se prevé la contratación de 150 profesionales en 12 laboratorios. También está pendiente la creación del Instituto para el Bienestar Ciudadano que también pilota la Junta de Andalucía.