El delegado de Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, admitió ayer que la hipótesis de una desaparición voluntaria en el caso de la desaparición de la joven irlandesa de 16 años Amy Fitzpatrick en el municipio de Mijas "pierde fuerza con el paso del tiempo".

En declaraciones a los periodistas, López Garzón recordó que en el caso "se han estudiado desde el primer momento dos hipótesis, la de la desaparición voluntaria y la involuntaria", y señaló que "a medida que pasan los días, la hipótesis de la desaparición voluntaria pierde fuerza".

"No se ha descartado completamente pero sí es verdad que ya han pasado días suficientes como para que aparecieran pistas, para que algún familiar o amigo la hubiese visto o hablado con ella", dijo el delegado de Gobierno andaluz, que pese a todo puntualizó que no existe ningún dato que permita decir de forma "tajante" que la desaparición fue involuntaria.

López Garzón aludió al factor "perturbador" de que el coche "siga sin aparecer" y expuso que "hubo un ciudadano que nos dijo que había visto ropa en un lugar que luego no pudo precisar, y que no fue encontrada a pesar de que la zona se peinó". La investigación "no se abandona en ningún momento", concluyó.

La última vez que vieron a Amy con vida fue el día 1 de enero, hace ahora tres meses, y se encontraba con una amiga trabajando como canguro. La menor salía de la casa de unos amigos, alrededor de las 22:00 donde, según explicaron sus padres, se encontraba ayudando a cuidar a la hija pequeña de la familia. No obstante, hasta el día 3 de enero los padres no interpusieron la denuncia de su desaparición. Desde ese día, agentes de la Guardia Civil investigan el paradero de la adolescente y no descartan ningún tipo de hipótesis.

La madre de Amy ofreció una rueda de prensa cuatro días después de su desaparición para facilitar datos sobre la ropa y la imagen de su hija. "Nadie desaparece de la faz de la tierra, por eso pido a la gente que intente recordar si ha visto algo", rogó ésta ante los medios.