Se definen como nanotienda con apenas dos veranos de antigüedad, pero sus diseños ya han traspasado fronteras. Algunos han llegado hasta Madrid, Inglaterra o incluso Alemania. También el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, o el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, apostaron en algún momento por llevar sus característicos espetos, algo que el propietario de la marca, Diego Ríos Padrón, no imaginaba que ocurriría ni en sus mejores sueños. Ahora, reconoce orgulloso que "te llena de satisfacción que el nombre de Málaga puesto a disposición por ti haya gente que lo lleve en el pecho". 

Tras tres meses de prueba, el 30 de junio de 2021, Diego Ríos, abogado de profesión y padre de dos hijas, decidió dotar de actividad comercial algo que había comenzado como un perfil en Twitter. El nombre de la marca, La Málaga Moderna, empezó siendo una paradoja y acabó convertido en tienda. "Nosotros reivindicábamos la modernidad de Málaga, pero sin romper con su historia -de ahí la paradoja-. Es decir, sin renunciar a la siderurgia de Heredia, ni a la uva pasa, ni al turismo… Creando una especie de puente entre lo que ya había y lo que queríamos llegar a ser", argumenta Ríos sobre los inicios de la marca. 

Diego Ríos Padrón decidió abrir el negocio en junio de 2021.

Por "azares del destino" -como el propio abogado lo detalla- su afición al dibujo urbano le llevó a "andar mucho por Málaga", su ciudad natal, para fijarse con más detalle en lo que antes le pasaba inadvertido, en busca de los lugares más singulares que retratar. De esta manera, Ríos se fue nutriendo de la "parte más estética, la del dibujo a pie de calle" que luego él mismo plasmaría en láminas, camisetas o sudaderas que en la actualidad dan forma a su tienda on line.

No hace falta más que echar un vistazo a sus creaciones para advertir que Málaga está presente en cada diseño. Empezando por su logo, un espeto de sardinas diseñado por Gonzalo Vergara, y terminando por sus características láminas.

Algunas de las ilustraciones que dibuja Diego Ríos.

Dibujados a mano por Ríos, sus productos representan paisajes tan malagueños como la Catedral, la Farola o el barrio de La Victoria. "El diseño es propio. En algunos casos el diseño lo ha hecho Gonzalo Vergara, en otros casos son dibujos, ilustraciones o creaciones que he hecho yo mismo. Este verano, por ejemplo, sacamos la imagen de un camaleón pintado con los colores del cubo de Pompidou; eso tiene muchas lecturas, el camaleón como animal autóctono y a la vez que los colores del camaleón puedan ser esos colores vivos del cubo de Pompidou", señala Ríos en clara alusión al ADN malagueño que caracteriza a su marca.

Láminas de La Málaga Moderna pintadas a mano.

Reivindican la "humildad de la sardina" y llevan por bandera "el concepto del espeto"; unos espetos que han protagonizado su último proyecto. Semanas antes del comienzo de Feria, Cervezas San Miguel les encargó, a través de la agencia de comunicación Cuatrocento, la creación de cerca de 30 abanicos personalizados que serían usados el día del pregón de María Peláe. Un pedido que le hizo "cerrar otros proyectos que teníamos en cartera" para dedicarse en cuerpo y alma al diseño de los abanicos, en los que han estado trabajado durante una semana. 

Ilustrados con sardinas, ha sido el propio Ríos quien se ha encargado de pintar de punta a cabo cada abanico y admite divertido que de hecho ahora podría "cerrar los ojos y dibujar cinco espetos distintos". En esta ocasión, ha pintado en los abanicos hasta 150 sardinas diferentes entre sí, ya que cada una es singular y tiene sus propios colores, composición y trazo. 

Proceso de creación de los abanicos personalizados para San Miguel.

Si hay algo que a Diego Ríos aún le queda por explorar es ampliar los horizontes de su negocio. Al estar dada de alta como marca no solo para productos textiles sino también para bebidas no alcohólicas y cervezas, Ríos confiesa que le encantaría "poder llegar a sacar una cerveza con nuestra marca; es el típico proyecto que tienes en la cartera porque te hace gracia".

En el resto, seguirá con los "ojos bien abiertos" para ver "que más cosas nos podemos encontrar por Málaga" e intentar trasladarlas a "algo tan humilde como un papel, una ilustración o una camiseta" para que así pueda seguir el nombre de Málaga cruzando los confines de la ciudad.