Málaga

Málaga afronta el segundo verano de pandemia con mejores perspectivas

Un grupo de turistas visitando el centro de Málaga capital.

Un grupo de turistas visitando el centro de Málaga capital. / Marilú Báez (Málaga)

La provincia de Málaga afronta el segundo verano marcado por la pandemia de Covid-19, y aunque persisten las limitaciones a la movilidad en los países emisores como Reino Unido junto con las restricciones sanitarias, los diferentes segmentos que aglutina el sector turístico esperan obtener unas cifras mejores que las registradas el pasado año debido a la vacunación y a la existencia de otros mercados internacionales. 

El sector hotelero es el más reticente a la hora de proyectar datos positivos, mostrando su “frustración” ante la permanencia de España en el semáforo ámbar diseñado por Reino Unido, que autoriza los viajes internacionales, según ha destacado el vicepresidente ejecutivo de la Asociación de empresarios hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), Javier Hernández. 

El empresario ha señalado que el mercado británico supuso en 2019 “el 27% de las pernoctaciones”, por lo que la decisión del Ejecutivo de Boris Johnson hace que “nos crezcan los problemas con el 50% de los establecimientos abiertos”, ya que va a “ralentizar la reapertura de hoteles”.

Las previsiones del colectivo apuntan a “un impacto de entre 25 y 30 millones de pérdidas a la semana” en la Costa del Sol, teniendo en cuenta que en el mes de mayo se registraron “155 hoteles abiertos” de entre sus asociados, lo que implica “el 38%” de las plazas. Mientras, para junio, indicó que hay “173 hoteles abiertos y el 46% de las plazas”. 

Ante este escenario, Hernández ha valorado que las estimaciones sobre ocupación de cara al verano “quedan igual” en junio, con un 40%, remarcando que la asociación no hace previsiones para julio y agosto al ser “muy prematuras” en un contexto de incertidumbre como el actual en el que las reservas “dependen mucho de la última hora”, ni contempla que se alargue la temporada. Tampoco ha querido hacer comparaciones respecto al año 2020 al ser “perdido y atípico”, por lo que “para nosotros no es la referencia”, ha subrayado. 

En este sentido, ha destacado que la imposición de una cuarentena a los viajeros británicos que visiten España “reduce muchísimo las posibilidades de viajes a la Costa del Sol”, ya que “los turistas en edad de trabajar no van a venir” y solo “habrá reservas mínimas” de la población que no esté activa. 

Turistas en la Catedral de Málaga. Turistas en la Catedral de Málaga.

Turistas en la Catedral de Málaga. / Marilú Báez (Málaga)

Al mismo tiempo, ha asegurado que en la actualidad están haciendo reservas mercados como “el francés, el alemán, el noruego, el polaco, el húngaro o otros europeos en menor medida” con una “demanda moderada”, por lo que ha estimado que los países con apertura de las fronteras “no están respondiendo mal, pero con el volumen de hoteles que hay que abiertos, regular” porque “al haber más oferta, la ocupación no subirá”. 

Respecto a las recomendaciones del Gobierno británico a su población de quedarse en casa este verano y de que no va a haber cambios a corto plazo en el semáforo, Hernández ha valorado que es “una clara intención de activar el mercado nacional en Reino Unido, evitando los viajes para generar economía local”, por lo que ha remarcado que debería de “contrarrestarse con soluciones diplomáticas por parte del Gobierno de España”. 

Por su parte, el presidente de la Asociación Provincial de Empresas y Centros de Ocio en la Costa del Sol (APECO), Josse Yagüe, ha declarado que “vamos a empezar peor de lo que esperábamos por el tema británico”, pero ha señalado que “los demás turistas internacionales no tienen tantas restricciones y a medida que vaya pasan la temporada iremos mejorando y terminaremos con un otoño muy bueno”. 

El colectivo representa a las empresas que prestan servicios turísticos como Tívoli World, Bioparc Fuengirola, Aquamijas o Sea Life de Benalmádena, y prevé que este año será mejor que el pasado porque “peor que 2020 sería un escenario apocalíptico”, en el que se registró “una pérdida de facturación y de clientes del 75%”. 

Peor que eso no puede haber nada, salvo el cierre”, ha recalcado Yagüe, quien ha asegurado que en 2020 “aguantamos ese tirón porque veníamos de un año bueno y todo el mundo tenía caja y estaba preparándose para la temporada, pero llevamos un año y medio sin facturar”, por lo que se ha mostrado convencido de que 2021 “tiene que ser mejor”. 

Para ello, ha argumentado que “el escenario sanitario no es el mismo”, se está vacunación a la población y los países tendrán “más controlada” la pandemia, por lo que “se puede alargar la temporada”. Asimismo, ha indicado que el resto de los mercados “está respondiendo bien” y “están viniendo muchos belgas, holandeses, franceses y los nórdicos están empezando a moverse”. 

Sobre las recomendaciones del Gobierno británico ha valorado que “hay un interés subyacente a que sus ciudadanos se queden a gastar dinero en su tierra”, aunque se ha mostrado convencido de que “los clientes van a terminar viniendo porque tenemos un destino que supera a muchas cosas”. 

Clientes en el parque acuático Aquimijas, en Las Lagunas. Clientes en el parque acuático Aquimijas, en Las Lagunas.

Clientes en el parque acuático Aquimijas, en Las Lagunas. / M. H. (Mijas)

El presidente de la Federación andaluza de empresarios de playa, Manuel Villafaina, ha declarado que el sector acoge “con mucho optimismo, muchas ganas y mucha sonrisa” la temporada de verano tras pasar “14 meses muy malos, pues todo lo que venga será bienvenido y mucho mejor de lo que esperábamos”, ha exclamado. 

El empresario ha asegurado que desde el inicio de junio “está abierto el 100% de los chiringuitos y los servicios de hamacas en la provincia”, experimentado el segmento de playas una mejoría desde que Andalucía rebajó las restricciones y finalizó el estado de alarma en mayo. 

“Los fines de semana son bastante buenos”, ha remarcado Villafaina, quien ha afirmado que “se ha mejorado muchísimo y estamos viendo gente de afuera” con “muchos nacionales, holandeses”, por lo que “algo mejor va la cosa, no como 2019, pero algo hemos ido recuperando”, ha recalcado. 

Respecto a la permanencia en el semáforo ámbar británico, ha apuntado que “si no vienen los ingleses ya vendrá otra clase de turistas, sobre todo el nacional, que es el importante en los meses de julio y agosto, a la que “tendremos que atender lo mejor posible”. 

Por ello, ha valorado que los mercados internacionales “responderán bien porque tenemos el belga, el italiano, el francés, el alemán y se está notando mucho escandinavo y gente de Holanda”. “Si los ingleses siguen con la misma tesitura, a partir de ahora tendremos que hacer promociones en otras partes para que venga otra clase de turismo”, ha incidido. 

Vista de turistas en un comercio de suvenires. Vista de turistas en un comercio de suvenires.

Vista de turistas en un comercio de suvenires. / Marilú Báez (Málaga)

El presidente de la Asociación profesional de guías turísticos oficiales e intérpretes del patrimonio histórico artístico andaluz (APIT), Sergio Garrido, ha indicado que el sector encara la temporada estival con “optimismo y realismo”, con unas previsiones de aumentar la actividad “entre un 20 y un 30% como mucho”. 

Garrido ha destacado que ante el escenario actual, espera que “el turismo nacional pueda paliar parcialmente nuestras necesidades, pero hasta que la situación internacional se arregle no vamos a tener una seguridad de trabajo”, que es el que está contratando en la actualidad junto a franceses y “algunos europeos” como holandeses.

El presidente del colectivo opinó que “este año es el reinicio de la actividad, pero va a ser progresivo, y hasta el año 2022 no veremos unas cifras satisfactorias”, asegurando que “todas las reservas las estamos teniendo para el otoño”, por lo que el verano se presenta “con clientes particulares más que con grupos, con un aumento del turismo nacional y apostamos por el alemán o francés”.

En cuanto a la demanda, ha señalado que el turista de ahora solicita “otros servicios más sostenibles, sobre todo los menores de 40 años”, agregando que “la gente joven no suele contratar a los guías, por lo que no visualizamos un aumento excesivo de la actividad durante los meses de julio y agosto”.

Foto de archivo de una visita guiada. Foto de archivo de una visita guiada.

Foto de archivo de una visita guiada. / M. H. (Málaga)

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