El pavimento de la calle Madre de Dios se está empezando a convertir en la viva imagen del mito de Sísifo para el Ayuntamiento de Málaga. Si en la leyenda clásica el griego fue condenado a arrastrar la piedra hasta la cúspide de la montaña y esta volvía al inicio cuando estaba a punto de alcanzarlo; en el caso de la céntrica vía malagueña una vez que parece reparado el pavimento, este se vuelve a hundir y a presentar baches, volviendo a empezar. Este lunes, la Gerencia ha vuelto a sacar a concurso la intervención de Dos Aceras, Madre de Dios y Plaza de Montaño, por 538.272,70 euros (IVA incluido).

Desde que en 2010 el Ayuntamiento de Málaga reurbanizase la calle son ya varios los 'parches' que ha tenido que ponerle. Entonces, la actuación se llevó a cabo por un millón de euros que recibió financiación europea. Ahora, después de varios arreglos, sale a licitación por medio millón de euros y un plazo de ejecución de seis meses una vez se adjudiquen las obras. 

Los pliegos apuntan a que esta vez tampoco se cambiará el material del pavimento, ya que continuarán con el basalto para el tramo por el que pueden circular los vehículos y granito rojo para el carril bici, "sustituyendo las piezas dañadas y manteniendo las que estén en buen estado.

En el mismo, sobre el estado actual se recoge que el "pavimento está suelto dado que el mortero de agarre se ha disgregado y no realiza la función fijadora que permite tener un pavimento estable. Dicho esto, las losas se presentan aleatoriamente inclinadas unas respecto a otras perdiendo la continuidad del pavimento, dificultando la circulación normal de vehículos, incremento del riesgo de caídas para el viandante e usuarios que transitan en bicicletas".

Sí que habrá un cambio significativo en cómo se delimitará el carril bici, que "se marcará mediante chapas metálicas circulares con el símbolo de la bici grabado colocadas secuencialmente con algo grabado en su superficie", como ya se hace en otros puntos de la capital. 

Además, en Dos Aceras subirán el pavimento de la acera en las zonas cercanas a las entradas de garajes, para alinearlo con el resto del acerado. En ese sentido también moverán el paso de peatones ubicado en plaza Montaño, alejándolo de la intersección con Madre de Dios, ubicándolo más centrado con respecto a la plaza. Ambos movimientos tienen que ver con la búsqueda de una mayor seguridad en ambos puntos para el peatón. 

La sombra de duda que se cierne sobre esta calle es lejana en el tiempo. De hecho, apenas meses después de que se reinaugurase, la empresa adjudicataria tuvo que realizar ciertas mejoras para evitar los resbalones de los viandantes. Después, en 2020, se arregló parte de la calle Madre de Dios (hasta Carcer), aprovechando que también se ponía solución al pavimento del oeste de plaza de la Merced.

"Cada año que pasaba, la magnitud de las patologías se iban incrementando", exponían los técnicos de Urbanismo en el expediente de licitación, en el que se informa de que a primeros de 2016 se encargó un informe con objeto de esclarecer las causas que pudieron dar origen a estas deformaciones.

Para ello, se llevó a cabo una campaña de reconocimiento del terreno, concluyéndose que "la causa principal de las patologías eran los asientos de consolidación producidos por los rellenos de apoyo del firme". La actuación fue adjudicada en unos 120.000 euros, con una rebaja de 38.000 euros respecto al valor inicial.

De momento, la Gerencia plantea otro arreglo a unas calles que llevan al menos desde que en 2010 se reformaron tropezando una y otra vez con los mismos baches.