Las bicicletas podrán pasar finalmente por la pasarela peatonal construida sobre el cauce del río Guadalhorce y que está a la espera de ser inaugurada. Así lo acaba de determinar el Ayuntamiento de Málaga, que, no obstante, insiste en que el uso de la infraestructura será preferencial para los peatones, por lo que los ciclistas que la atraviesen tendrán que hacerlo a una velocidad máxima de 10 kilómetros por hora (al paso del peatón).

En estos términos se ha pronunciado el concejal de Movilidad, José del Río, quien ha subrayado que la decisión adoptada tiene carácter "excepcional", toda vez que se trata de una pieza más de la senda litoral impulsada por la Diputación provincial a lo largo de la costa, en la que sí se permite este uso compartido. "Hay que metalizar a la gente para que tenga un comportamiento disciplinado”, ha destacado.

Con ello, incide en negar que exista contradicción entre lo ahora decidido y el planteamiento que su departamento hace en la nueva ordenanza de Movilidad, que previsiblemente irá a aprobación al Pleno la próxima semana. En el texto ya conocido, el Consistorio insiste en la imposibilidad de que tanto bicicletas como Vehículos de Movilidad Personal (VMP), principalmente patinetes eléctricos, puedan compartir espacio con los peatones. Es decir, se prohibe su circulación por las aceras.

Del Río ha apuntado, además, que cuando se puso sobre la mesa el proyecto de construcción de la pasarela se defendió su carácter peatonal. Una condición que ahora se flexibiliza para dar respuesta a los ciclistas que reclaman la posibilidad de utilizar este punto para cruzar el río, evitando tener que hacerlo por la MA-20. "Cruzar por esa parte es muy peligroso", destaca el concejal, quien ha valorado que con la inclusión de la pasarela se potencia la continuidad con puntos como La Cizaña o Churriana, entre otros.

Queda por ver cuándo, definitivamente, se pondrá en funcionamiento este paso toda vez que problemas en la cimentación de los pilares han obligad en las últimas semanas a realizar trabajos de refuerzo en los mismos. Esta estructura tiene cuatro metros de ancho, así como 270 metros de longitud, lo que la convierte en la más larga de Europa de estas características. La pasarela ha sido construida en Asturias y se ha realizado una inversión de 1,6 millones de euros aportados por el Ayuntamiento y por la Diputación, ya que este puente forma parte de la senda litoral.