La plataforma ciudadana Málaga contra las casas de apuesta promueve talleres en distintos institutos públicos de la provincia de Málaga en coordinación con el sindicato CGT. De esta manera, los talleres serán impartidos por miembros de la plataforma y coordinados por afiliados del sindicato con el fin de prevenir, informar y advertir al alumnado de las consecuencias de la adicción al juego y las casas de apuestas; alertando a su vez de la proliferación de estos locales en los barrios populares y en zonas cercanas a los centros educativos, pese a que el Ayuntamiento de Málaga limita a 500 metros de distancia las nuevas licencias para este tipo de negocios.

Las primeras de estas charlas tienen lugar estos lunes 20 y martes 21 de diciembre en el IES Universidad laboral de la capital malagueña. Una ciudad en la que encontramos 77 salones de juego situados en los barrios más populares de la ciudad, "los más golpeados por el desempleo, la precariedad y la falta de expectativas socioeconómicas", apuntan los organizadores.

El portavoz de Málaga contra las casas de apuestas, Alejandro Torre apunta que uno de los objetivos de la misma "radica en la prevención y educación, hacer una labor pedagógica en las aulas es vital tanto para informar sobre las consecuencias de la adicción como para llegar al trasfondo sociológico del auge de este tipo de locales”.

Las charlas dirigidas a alumnado entre la ESO y el Bachillerato, en su inmensa mayoría menores de edad, quienes, por ley, tienen prohibida la entrada a locales tales como casas de apuestas o casinos. Sin embargo, cada vez es más habitual encontrar a menores que oscilan entre los 14 y los 17 años participando en este tipo de lugares, que hoy se han normalizado y asumido como un espacio más de ocio común entre los jóvenes, según defienden los organizadores.

“En nuestra sociedad se concibe el juego como algo normalizado y culturalmente aceptado” afirma Ismael, secretario de acción social del sindicato y coordinador de estas charlas, quien resalta que “los juegos de azar se convierten falsamente en una posibilidad para sentirse buenos en algo, así como para evadirse de conflictos familiares, sociales; o pensarlos como una salida fácil a la falta de expectativas laborales”.