El Ayuntamiento de Málaga da el paso definitivo para impulsar en los próximos meses la obra de transformación del eje formado por las calles Carretería y Álamos. Y sin esperar si quiera a tener el visto bueno final de la Consejería de Cultura, que reclama actuaciones arqueológicas previas antes de emitir su informe positivo, la Gerencia de Urbanismo acaba de licitar los trabajos por un valor cercano a los 5 millones de euros (IVA incluido). 

El plazo que se maneja inicialmente para la materialización del proyecto, que fue objeto de un importante proceso de participación con colectivos vecinales y sociales del entorno, es de 18 meses. Las empresas interesadas en optar a la que puede ser una de las grandes obras del presente mandato municipal tienen hasta el 19 de octubre próximo para presentar sus propuesta. A partir de ese momento se abrirá el periodo de estudio de las ofertas, que requerirá de varios meses.

Tomando como punto de partida este escenario no parece probable que la nueva calle Carretería sea una realidad antes de mediados o finales del año 2022. Una fecha que entra dentro del calendario fijado por los fondos europeos Edusi, que son los que sufragan el 80% de la operación, y que obligan a que cualquier intervención esté concluida a lo largo de 2023.

Diseño previsto para la Tribuna de los Pobres.

El proyecto diseñado por el equipo de Urbanismo divide en siete etapas físicas y temporales el conjunto de la operación. La idea es que cada una de ellas esté completada antes de avanzar en la siguiente. El primero de los pasos, según el proyecto, se dará en la parte de Carretería más próxima a la Tribuna de los Pobres, incluyendo al reforma de la misma. La propuesta pasa por su renovación, pero manteniendo en buena medida su actual esencia. La estructura sí será adaptada a la normativa de accesibilidad actual.

En cuanto al eje, la transformación hará que tanto Carretería como Álamos tengan un solo nivel. Otra de las particularidades de la decisión municipal es que no se permitirán nuevas autorizaciones para la instalación de terrazas a los negocios de hostelería del eje más allá de las dos que en la actualidad están permitidas.

La gran variación, además de la renovación de los pavimentos, se dejará notar en la reducción significativa que se hará en el espacio destinado al tráfico de paso. En este sentido, se prevé una reducción del 21% en la intensidad media diaria de vehículos (unos 6.000 vehículos actuales) por un eje que desde hace años viene funcionando como una especie de circunvalación del Centro.

Empleará un sistema de georradar para determinar la existencia o no de restos arqueológicos en el subsuelo

Para ello, la calzada de tráfico queda reducida a un vial, ampliando la zona peatonal de 4.105 metros cuadrados a 6.216 metros. Sólo se permitirá el paso de residentes, carga y descarga y otros vehículos autorizados. Y para controlar esta restricción se instalarán cámaras de control de paso. Al tiempo, se contemplan 24 plazas de parking para bicis en Carretería y 12 más en Álamos, seis fuentes, 26 contenedores soterrados (22 en Carretería y 4 en Álamos), 139 árboles.

Para atender a las cuestiones relacionadas con la arqueología, Urbanismo opta por dividir esta parte de la obra en tres fases. Lo primero será realizar un estudio no invasivo mediante prospección geofísica, buscando con ello obtener datos de interés en el subsuelo a lo largo del trazado del futuro colector de aguas pluviales que partirá de la Plaza de Merced, a la altura de calle Granada, seguirá por la calle Álamos y después por calle Carretería hasta la Tribuna de los Pobres. 

Imagen prevista para la calle Carretería.

"Se desea investigar hasta unos 2.5 metros de profundidad (hasta unos 4 m en el entorno de la Plaza de la Merced), utilizando métodos geofísicos. La longitud de la zona a explorar son 845 m aproximadamente, la anchura varía entre los 3 y los 5 m según el tramo considerado", se destaca en la memoria. 

De otras actuaciones en la zona se tiene conocimiento de la existencia de hornos en la confluencia de las calles Carretería y Álamos; de la existencia de una barbacana en Carretería, a la altura de los números 62‐64, y que puede tocar directamente a la muralla cerca del final del trayecto.

Partiendo de estos datos, el equipo municipal propone la exploración por tramos, sin tráfico, y sin coches aparcados en el tramo a explorar y para ello se piensa en hacerlo por las noches. En cada tramo se explorará la zona afectada por el futuro colector, con una anchura variable de hasta 5 m, según el tramo que se investigue. Se usará la metodología del rádar del subsuelo en modalidad 3D, cada tramo se escaneará con perfiles paralelos a la dirección del colector.

La segunda fase será la realización de sondeos en los sectores donde el georradar dé lectura positiva y en aquellos puntos donde se contemple la instalación de contenedores soterrados. Y la tercera fase es la de ejecutar una actividad preventiva de control de movimiento de tierras.