La temporada de baño ya ha empezado para muchos en Málaga y la pregunta de otros años se repite: ¿Habrá muchas medusas en las playas este verano? La respuesta, según explica el biólogo del Aula del Mar, Jesús Bellido, es que se dan las condiciones idóneas para que su presencia sea "más abundante de lo normal". Así que, habrá que extremar la precaución.

La idea no es alarmar, insiste Bellido, pero los expertos consideran que "se dan buenas condiciones para que las medusas sean más abundantes de lo normal en alta mar y que, por tanto, en función de los vientos y las corrientes se desplacen los bancos hasta la costa".

No se sabe cuándo comenzarán a llegar a las playas de Málaga, pero otros veranos ya han empezado a molestar a los bañistas en junio. Hace unos días ya se lanzaron los primeros avisos en Infomedusas. "No hay un calendario", dice el biólogo, que explica que en los últimos años "la Pelagia Noctiluca es menos estacional y tiene una presencia más constante a lo largo del año, aunque no siempre llegan a la costa, depende de las condiciones oceanográficas".

La Pelagia Noctiluca, también llamada medusa clavel, es la más frecuente en las playas malagueñas; miden unos 20 centímetros, son de color rosado rojizo y su peligrosidad es alta. Pero el año pasado hubo una proliferación especial de unas medusas más grandes, la Rhizostoma Luteum, que suelen generar alarma por su gran tamaño pero que su picadura es más leve.

Desde el Aula del Mar señalan que es probable que este verano se vuelvan a ver en las playas de Málaga estas medusas grandes. "No se sabe si tan abundantes como el año pasado, pero como mínimo de forma esporádica van a aparecer", afirma Bellido.

Los primeros cuidados tras recibir una picadura urticante de una medusa se dirigen a inactivar los cnidocitos que hayan podido quedar adheridos a la zona afectada, mitigar el dolor y desinfectar las lesiones. En Infomedusa insisten en que lo más importante es lavar la zona con agua salada, nunca dulce, y no rascar ni frotar la zona afectada con ningún objeto o superficie.

Por último, el biólogo espera que no se repitan este verano las imágenes del pasado año, con decenas de bañistas jugando a pescar medusas en las playas con palas, cubos incluso redes. "Tenemos que entender que es un animal salvaje que está en su medio", recuerda, insistiendo que "no tiene mucho sentido que cuando hay un enjambre nos pongamos a sacar medusas del agua, porque no vamos a remediar el problema". "La naturaleza tiene sus propias reglas y esas medusas o terminarán varando o el mar se las llevará de nuevo hacia adentro", concluye.