Málaga

Málaga no tocará el carril bici de la Alameda pese al riesgo que genera

  • Movilidad señala que el uso compatible de la zona se mantendrá al menos hasta que el Metro llegue hasta el Centro

El peligroso carril bici de la Alameda, en fotos

El peligroso carril bici de la Alameda, en fotos / Marilú Báez

El Ayuntamiento de Málaga no contempla mover pieza en el conflicto que se ha generado en las últimas semanas por la delimitación de un carril bici en el lateral norte de la Alameda Principal. La colocación de una serie de pegatinas de plástico marcando la plataforma asignada a los vehículos de dos ruedas ha demostrado su escasa utilidad, ya que desde la puesta en marcha de la iniciativa son muchos los peatones que bien por imprudencia o desconocimiento siguen deambulando por esta parte de la calle, dando lugar a un riesgo evidente de colisión con los ciclistas.

La situación, que ya ha sido objeto de crítica evidente por parte de Ruedas Redondas, de un lado, y de la asociación Málaga Accesible, de otro, se va a mantener en el tiempo. Porque la intención del área de Movilidad no es la de alterar el actual trazado del carril, que discurre por la parte de la avenida más próxima a las paradas de autobús de la EMT, así como de los quioscos instalados.

"No se va a modificar por donde va", asegura el concejal responsable de este departamento, José del Río, quien anuncia una próxima mejora que llevarán a cabo, previsiblemente a mediados de mes, las empresas responsables de la construcción del Metro en esta parte de la ciudad. El edil habla en concreto de la colocación de una placas y otra señalización que podrá ser más fácilmente detectada por los peatones, así como de algún ajuste mínimo que permita retranquear el trazado respecto de las puertas de los quioscos, por ejemplo.

¿Alguna solución de mayor entidad? No lo parece. Ante esta situación y las quejas de inseguridad provocadas por el carril bici en este punto, el concejal apela a la "prudencia" con la que han de circular los ciclistas. "Hay zonas por las que incluso tendrán que ir a pie, habrá momentos en los que para garantizar la convivencia tendrán que bajarse de la bicicleta", recalca.

“Vamos a ver como transcurre, todo el mundo se tiene que ir adaptando; los ciclistas tienen que ir viendo el espacio que tienen y los peatones tienen que darse cuenta de que hay un espacio delimitado, que será más visible, pero ese tiene que ser un espacio compartido", enfatiza el responsable de Movilidad.

Del Río insiste en que la imagen actual de la Alameda, con bicis circulando por el lateral norte, tendrá continuidad al menos hasta finales de 2022, que es cuando, según las previsiones de la Junta de Andalucía, el Metro hará su llegada al Centro de la ciudad. "El día de mañana, cuando el Metro llegue al Centro, eso va a cambiar todo; mientras, tenemos que convivir", insiste el concejal de Movilidad.

Las previsiones que maneja el equipo de gobierno en la Casona del Parque es que con la llegada del suburbano a la Alameda se dé paso a una nueva transformación en el reparto modal que presenta actualmente este eje urbano. De cumplirse las previsiones, tanto el eje central de la Alameda como el Paseo del Parque pasarán a ser espacios en los que el tráfico quedará limitado al transporte público, así como a los vehículos de movilidad sostenible. De acuerdo con esta tesis, el resto de vehículos que actualmente sí pueden hacer uso de la avenida para atravesar la ciudad serán desplazados a otras vías.

La decisión de señalizar un carril bici en el lateral norte de la Alameda choca con los posicionamientos que, en el marco del proyecto de regeneración de la Alameda, mostró la Gerencia de Urbanismo. Desde el minuto uno, este departamento siempre fue contrario a la idea de fijar una plataforma exclusiva para las bicis compartiendo el mismo escenario que había sido ganado para el tránsito peatonal. De hecho, en el diseño se apostó por instalación de las marquesinas de los autobuses de manera perpendicular, configurando pequeños espacios de estancia. 

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