Málaga

Málaga perdió 640 médicos que se fueron a otra provincia o emigraron desde 2018

Una profesional observa una radiografía.

Una profesional observa una radiografía. / M. H.

“Médicos hay para contratar, pero el problema es que se van...” Es la aclaración que siempre repiten los profesionales cuando el SAS justifica la falta de sustituciones o la dificultad a la hora de cubrir ciertos puestos en que no encuentra facultativos disponibles. Y los datos demuestran que Málaga, pese a ser un destino atractivo, pierde profesionales. Exactamente, 644 en el último lustro.

Según los datos del Colegio de Médicos de Málaga, ese es el número de facultativos que emigraron –92– o se fueron a otras provincias españolas –552– desde 2018. De las cifras se desprende que la mayoría opta por quedarse en territorio nacional y que se ha ralentizado el ritmo con que se iban al extranjero antes del Brexit. Pero aún así, casi un centenar de facultativos que estaban colegiados en Málaga se marcharon a otro país en este periodo. Con algunas oscilaciones, suman una veintena cada año. Incluso en el peor año de la pandemia –el 2020– emigraron 14. “Y eso es un dinero público en formación perdido”, recuerda el presidente del Colegio malagueño, Pedro Navarro.

El Colegio recuerda que un médico que emigra es “dinero público en formación perdido”

El representante de los médicos de la provincia aclara que aunque la sangría se ha desacelerado, continúa; no se ha parado. Por eso enarbola dos reivindicaciones básicas: contratos de larga duración y buenas condiciones laborales y económicas para atar a los residentes. “Hay que fidelizarlos para que no se vayan a otras comunidades”, sostiene. Ahora, en las próximas semanas sale una nueva hornada de especialistas y el SAS tiene la oportunidad de amarrarlos para que se queden.

“La tendencia [a marcharse] decrece, pero debemos seguir luchando por retenerlos. Tienen que mejorar las condiciones laborales y económicas para que ningún médico de Málaga se vaya. Incluso éstas deberían ser lo suficientemente buenas para que atrajéramos a profesionales de otras zonas”, opina Navarro. Recuerda que en la actualidad hay un estrategia que se asemeja a “la de equipos de fútbol, robándonos profesionales unas comunidades a otras”.

La emigración al extranjero se ha ido aplacando en los últimos años. Desde 2018, la mayoría de los colegiados en Málaga que se marcharon –el 86%– lo hicieron a otra provincia de España. Sólo el 14% cruzaron las fronteras.

La mayoría de los que se marchan son médicos jóvenes, con pocas raíces familiares todavía

Navarro explica la ralentización de la marcha al extranjero en cierta mejora de las condiciones de trabajo, en que ahora quizás los profesionales no sienten la necesidad tan imperiosa de irse (como en los años de la crisis y los contratos al 75%) e incluso en dificultades de adaptación. Cuenta que hay médicos que se han ido a países nórdicos, pero que finalmente han retornado por el clima.

Pero lo que no se frenado tanto en la movilidad desde Málaga hacia otros puntos de España. Muchos se marchan a Murcia o Extremadura, que están relativamente cerca. Incluso, a otras provincias de Andalucía. ¿Y por qué dentro de la comunidad autónoma si las condiciones teóricamente son las mismas porque también trabajan para el Servicio Andaluz de Salud (SAS)? Profesionales creen que el traslado de Málaga a otras provincias de la región puede deberse a la menor carga asistencial o la mayor duración de los contratos en esos destinos. “En Málaga, con el turismo y la estacionalidad, hay más rotación y menos estabilidad”, aseguran. Por eso, Navarro reclama a la Administración estabilidad en el empleo, mejores condiciones económicas y laborales y facilidades para conciliar la vida laboral y familiar.

Según los datos del Colegio de Médicos, en 2022 un total de 179 facultativos pidieron el certificado de idoneidad que emite la institución y que es imprescindible para que estos sanitarios puedan ejercer en otro destino. Aunque no todos los que los solicitan realmente cumplen su intención de marcharse. De hecho, frente a esas 179 solicitudes, sólo se fueron 158. Pero este número supone casi uno cada dos días. El presidente de la entidad profesional recuerda que la situación actual del colectivo es producto de condiciones que no son de ahora. “Arrastran desde hace décadas, de los anteriores gobiernos socialistas”, afirma.

Según la Organización Médica Colegial esta movilidad en busca de mejores condiciones de trabajo tiene un perfil claro:casi la mitad (44%) son médicos jóvenes, por debajo de los 36 años. Y ya –dado que la profesión se va feminizando a pasos agigantados– el 53% de los facultativos que solicitan el certificado de idoneidad son mujeres. Finalmente, otro dato a tener en cuenta ahora que los médicos de familia son deficitarios:son los especialistas que más hacen el trámite para marcharse.

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