Las elevadas temperaturas que Málaga lleva registrando en las últimas semanas han disparado el consumo eléctrico hasta niveles que no se veían desde hace tiempo. Tanto es así que la provincia batió el pasado miércoles un doble récord de una sola tacada: superando el pico de consumo máximo de este verano y alcanzando el más alto de la última década, según informan desde Endesa a este periódico. 

En concreto, la marca más elevada se registró el miércoles 19 de julio a las 21:58, instante en que los malagueños demandaron un total de 1.463,01 megavatios. La cifra se queda próxima del máximo histórico de la provincia, registrada el 8 de enero de 2009, cuando se consumieron 1.471,29. Es decir, apenas faltaron 8,28 para dejar obsoleta la anterior. 

Los datos cobran una dimensión diferente al ser comparados con los de 2022 por estas fechas. Entonces, el pico de consumo se elevó hasta 1.375,53 megavatios durante la jornada del 26 de julio, marca que supuso el récord de entonces.

Desde la empresa eléctrica precisan que a lo largo del año hay dos estaciones concretas en las que se suelen producir los picos de consumo: verano e invierno. En el primer caso, lo más normal es que ocurran entre las 14:00 y las 17:00 de la tarde; mientras que en el segundo, lo más lógico es que sea entre las 19:00 y las 21:00.  

Esta vez, son las sucesivas olas de calor (tres en lo que llevamos de verano) las que están provocando que cada vez más ciudadanos conecten sus ventiladores y dispositivos climatizadores a la red de forma masiva, arrojando como resultado estas cifras. 

Una situación, la de las altas temperaturas, que no tiene visos de acabar en un futuro demasiado inmediato, toda vez que nos encontramos inmersos en la canícula, la fase más tórrida del verano conforme a las estadísticas, por lo que nos acompañarán por lo menos durante las dos próximas semanas, momento en que acaba este periodo.

Durante la última ola de calor, Málaga ya batió dos de sus récords de temperaturas. En primer lugar, se ha igualado la temperatura máxima registrada el 18 de julio de 1978, con los 44,2 grados alcanzados el pasado 19 de julio a las 16:20 en la estación del aeropuerto malagueño, la que se toma como referencia para las estadísticas de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que lleva 81 años registrando las temperaturas máximas y mínimas. 

En segundo y último lugar porque la temperatura mínima a la que se llegó la noche del 20 de julio fue la más alta en 74 años. Una noche infernal en la que Málaga marcó 30,4 grados a las 1:40 de la madrugada. La noche siguiente, la del 21 de julio, volvió a superar esa marca al llegar a los 32,5 grados a la 1:00 horas, según recoge la Aemet.