Málaga gana población a pesar de que 77 de sus pueblos pierden habitantes

Los datos del padrón a 1 de enero de 2016 contabilizan 325 ciudadanos más en la provincia

El crecimiento es del 9,2% en los últimos diez años, con 138.000 personas más censadas

Imagen de archivo de vecinos de Málaga paseando por calle Larios.
S. Sánchez

Málaga, 20 de diciembre 2016 - 02:04

Aunque a cuenta gotas, Málaga sigue creciendo en población. Frente a la tendencia a la baja de otros muchos territorios del país, las últimas estadísticas oficiales concluyen que la provincia gana habitantes el último año. En concreto, atendiendo a lo publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que actualiza los datos del padrón municipal a 1 de enero de 2016, la cifra de malagueños se sitúa en 1.629.298, 325 más que el año anterior. Este ligero aumento, de apenas el 0,02%, se produce incluso a pesar de que hay 77 localidades que ven descender el número de vecinos que acogen. El alza se detecta en 23 localidades, mientras que otra, Faraján, se mantiene con sus 265 vecinos. El INE en su tabla sólo incluye 101 municipios y no 103.

Las caídas más notorias de un año a otro se localizan en Alfarnatejo y Salares, con un 12,53% y 12,56% menos. El otro lado de la moneda lo representa Atajate, con un 8,23% más de habitantes, lo que se traduce en 13 vecinos más. Un simple ejercicio de observación de estos últimos datos vuelven a situar el signo negativo junto a, principalmente, los pequeños pueblos. Si bien el mismo también luce al lado de grandes localidades como Málaga capital (0,02%), Fuengirola (-0,05%) o Estepona (-0,59%), los porcentajes son apenas perceptibles, a excepción de Mijas, donde la población censada cae un 2,16%.

Lo que sigue siendo una constante es el enorme peso que tienen los grandes municipios en el asentamiento de la población malagueña. Las ocho localidades que superan los 50.000 residentes suman 1.145.612 (destaca Málaga con 569.009), lo que supone algo más del 70%. Bien es cierto que los datos del padrón municipal deben ser tomados con cautela, dado que en ocasiones sigue reflejando población que a pesar de haber abandonado la provincia no ha actualizado la información en el registro oficial.

El contrastes es mayor si se amplía el análisis a la última década. Respecto al año 2006, según el INE, la cifra de habitantes en los municipios malagueños es un 9,25% superior (138.011 más). Destaca el caso de Benahavís, donde en estos diez años el padrón ha pasado de integrar a 2.860 personas a 7.342 en 2016, un 156,7% más. El ejemplo está muy vinculado al asentamiento de población extranjera en este municipio de la zona occidental de la provincia. Aunque de menor dimensión, son igualmente relevantes los crecimiento de municipios próximos a la capital de la Costa del Sol, caso de Cártama y Coín, donde se han registrado aumentos poblacionales entre 2006 y 2016 del 40,3% y del 35,3%, respectivamente.

Algo semejante ocurre con Rincón de la Victoria, con un 30% más, y Alhaurín de la Torre, con un 28,11% más. De entre los grandes municipios de la provincia, que crecen todos, el que menos lo hace es justamente la capital, con apenas un 1,49%.

Desciende un 38,7% la cifra de extranjeros nacionalizados

A los datos de población según el padrón a 1 de enero, el INE sumó ayer los relacionados con los extranjeros que se han nacionalizado a lo largo del año 2015 y la información provisional del primer semestre de 2016. Conforme a las estadísticas, y centrando la mirada en la provincia de Málaga, los números ponen de relieve un importante descenso. En concreto, el pasado ejercicio fueron 3.489 individuos los que efectuaron este trámite, frente a los 5.695 de 2014, lo que supone una reducción del 38,7%. Siendo negativo, es inferior a la media nacional, donde la caída es del 44%. Si se extrapola la comparación de 2015 con 2013 el descenso es aún n mayor, situándose en un 46,5%. En 2013 fueron 6.531 los extranjeros que pasaron a ser españoles en territorio malagueño. Por nacionalidades, según el desglose del INE, la principal merma se producie en los países sudamericanos, de los que procedían 1.583 de las personas nacionalidadas el año pasado, frente a las 3.853 de 2013. La baja es igualmente apreciable en las personas procedentes del continente africano, con unos 500 trámites menos.

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