Málaga es una de las cinco provincias donde los alimentos son más caros

Lo dice el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Málaga tiene una de las cestas de la compra de alimentación más caras de España. Lo basa en un estudio de campo realizado durante el mes de octubre. Y lo muestra en la página web www.observatorioprecios.es, que permite también conocer dónde se encuentran los productos más caros y más baratos en la capital.

La cesta de la compra malagueña es sólo más barata que las de San Sebastián, Valencia, Cádiz y Bilbao y un 15% más cara que Salamanca, la que tiene los precios más bajos. A nivel local, el supermercado Eroski ubicado en el Centro Comercial Larios es el más barato y El Corte Inglés de la Avenida de Andalucía el más caro. Eso sí, el estudio -que tendrá frecuencia trimestral- deja claro que sólo se miran los precios: la atención al cliente, la variedad de la oferta, la situación geográfica o la calidad del producto no han sido valorados.

En la capital es Eroski quien se lleva la palma de precios más bajos. Sus centros de Martínez Maldonado, Centro Comercial Larios, Cristo de la Epidemia o Avenida de Molière son los más baratos en alimentación envasada, aceites y grasas, pescados y la droguería. El pan y los cereales tienen el menor precio en el Supersol de calle Reding, los lácteos en el Mercadona de Camino Suárez, las bebidas en el Más de la Avenida Jorge Luis Borges, y es el mercado municipal de la calle Camas el que tiene las frutas y hortalizas más económicas. Entre los más caros se encuentran El Corte Inglés, Hipercor y Carrefour y las diferencias de precios, según el estudio, llegan hasta el 70% de unos establecimientos a otros.

Desde la Federación de Consumidores en Acción (Facua) aplauden la iniciativa. "Es una buena idea, porque la información es clave para el consumidor. Y más en estos tiempos. Es bueno que se pueda elegir el sitio que más se adapte a cada bolsillo y la calidad que busque cada uno al comprar", explica Manuel Sánchez Vicioso, máximo responsable de Facua en Málaga. Sin embargo, las grandes superficies no lo tienen tan claro. La asociación nacional de grandes empresas de distribución (Anged) afirma que es "imposible" que el estudio realizado por el Ministerio de Industria pueda ser riguroso. La asociación que engloba a El Corte Inglés, Carrefour, Eroski y Alcampo afirma que los precios pueden variar de un día para otro (y el estudio se hizo durante 15 días) o que las calidades no son tenidas en cuenta. "Por ejemplo, hay más de 30 variedades de tomate. Y no en todos los sitios venden el mismo. Por eso no es posible hacer un buen estudio sin tener en cuenta esas variables", indicaron fuentes de Anged. Tampoco creen que sean posibles las comparaciones entre productos envasados, "porque las marcas blancas evidentemente no son iguales ni tienen la misma calidad", añadieron en la entidad.

Por su parte, en la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), donde se incluyen empresas como Mercadona o Supersol, entre otros, tampoco están de acuerdo con el estudio del Ministerio de Industria. Consideran que no se han tomado los precios de todos los establecimientos existentes donde se pueda hacer la totalidad de la compra y que la iniciativa "no está lo suficientemente meditada ni desarrollada", según explicaba Ignacio García, presidente de la asociación, a Europa Press.