Málaga

Málaga vive las restricciones por sequía más severas desde hace casi tres décadas

El pantano de La Viñuela.

El pantano de La Viñuela. / Álex Zea | EP

La sequía es más habitual de lo que muchos pueden llegar a pensar. La situación actual que está viviendo Málaga ya la había experimentado antes, pero no a este nivel. En 1995 se tuvieron que aplicar restricciones al abastecimiento para poder garantizar el agua a todos los malagueños. Ahora, casi tres décadas más tarde, la historia se repite, pero según el director de la Cátedra de Cambio Climático de la UMA, Enrique Salvo Tierra, esta sequía ya ha superado a la del 95.

Las primeras restricciones de agua en la capital llegaron el 9 de enero de 1995. El caudal se redujo a la mitad y los cortes se repitieron durante seis horas diarias para reducir el consumo de 1.600 a 1.400 litros por segundo, ya que si no llovía el abastecimiento solo podía garantizarse hasta abril. La situación era muy dramática, ya que el 4 de diciembre de 1995 los pantanos de Málaga –en aquel momento eran seis porque el de Casasola comenzó a funcionar en 2007– marcaron sus mínimos históricos. En total, almacenaban 27 hectómetros cúbicos y se situaron al 4,5% de su capacidad. El embalse que estuvo en peor estado fue el Conde del Guadalhorce se vació por completo. En Guadalteba y Guadalhorce llegaron a almacenar 11 y 30 hectómetros cúbicos, respectivamente. En aquel momento solo la Viñuela y la Concepción tenían agua para el consumo.

Lo vivido en esta sequía puede recordar a lo que actualmente está pasando en Málaga, pero ahora los problemas son mayores. Enrique Salvo Tierra sostiene que en estos últimos años se está observando que las precipitaciones se están reduciendo y que “el gran problema” es que los acuíferos también se están vaciando, no solo los embalses. Cabe señalar que, según los pronósticos que tiene Salvo, “los próximos años va a haber precipitaciones más bajas y concentradas en pocos días”. En este punto, remarca que estas lluvias torrenciales se producirán en un período corto de tiempo y no ayudará a que se recuperen los embalses y acuíferos. Además, otro inconveniente que han encontrado es que la temperatura es cada vez más alta, por lo que el agua se evaporará con mayor rapidez al caer al suelo.

De igual forma, Salvo incide en que en Málaga hay dos sectores consumidores de agua claros: la agricultura y el turismo. Por ello, considera que se debe “hacer hincapié en que el agua es un recurso sostenible” que se debe cuidar. Asimismo, sostiene que con las medidas de ahorro aprobadas se ha podido observar como las duchas de las playas “eran un sistema insostenible desde el punto de vista del recurso hídrico”. En cuanto a la agricultura, señala que los cultivos subtropicales deberían de empezar a cambiarse, puesto que hay expertos que aseguran que es “incongruente que tengamos cultivos de zonas subtropicales lluviosas en un clima subtropical desértico”. 

Con la mirada puesta en el futuro y en el fin de esta sequía, el director de la Cátedra de Cambio Climático insiste en que esta situación se parece a la del 95, pero “la ha superado” porque se ha prolongado cinco años. Además, también desconoce cuándo podrían recuperarse los recursos hídricos porque “los pronósticos no son buenos”. 

Municipios con restricciones 

Actualmente, son más de 30 los municipios que tienen alguna restricción. De este total, 14 realizan cortes nocturnos a la población a diario. Almáchar, Benamargosa, El Borge, Iznate, Moclinejo, Periana, Vélez-Málaga, Sedella, Casabermeja, Valle de Abdalajís, Almogía, Villanueva de la Concepción, la zona sur del Torcal de Antequera y Colmenar son las localidades malagueñas que cortan el agua a sus ciudadanos durante la noche e incluso el día. Cada uno en el horario que han establecido que puede ir desde las 21:00 hasta las 9:00, desde las 23:00 hasta las 9:30 e incluso desde las 14:30 hasta las 8:00 del día siguiente, adaptándose así los recursos de los que disponen. 

Por otro lado, hay municipios que no cortan el agua a su población, pero sí han restringido el uso del agua potable en algunas actividades. El Valle del Guadalhorce es una de las zonas más afectadas por la sequía y en la zona ha prohibido el baldeo de calles, llenado de piscinas, riego de jardines, el cierre de fuentes ornamentales que no tengan circuito cerrado y el lavado de coches con agua potable en los municipios de Alhaurín de la Torre, Alhaurín el Grande, Cártama, Álora, Coín y Pizarra. A estas medidas también se han unido Villanueva del Trabuco y Mollina. En la primera de estas localidades se ha prohibido utilizar la red de suministros para regar los huertos, llenar las piscinas, el lavado de coches y el rellenado de depósitos o aljibes. Por otro lado, Mollina también ha prohibido el uso de agua potable para el baldeo de calles, aceras y fachadas, el llenado de piscinas privadas y el lavado de coches. 

En Torremolinos, Benalmádena, Marbella y Mijas también han reducido un porcentaje del agua potable que destinan al riego de jardines, baldeo de calles, duchas y lavapiés de las playas, el llenado de piscinas o el lavado de coches. De igual forma, en Málaga capital también se han cerrado las duchas de todas las playas, pero no sus lavapiés, para el riego de parques y jardines ha reducido un 50% la dotación de agua potable y también han clausurado el Parque del Agua de calle Pacífico.

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