La ciudad de Málaga aguarda el traslado de las cenizas de la periodista icono de la televisión española María Teresa Campos, fallecida este martes a los 82 años, para su entierro junto a la madre, como era su deseo, aunque no ha trascendido cuándo será.

Las cenizas de su madre y de un hermano se encuentran en un columbario de la Hermandad de la Paloma, una de las más cofradías más conocidas de la Semana Santa malagueña, aunque desde esta entidad han asegurado este miércoles a EFE no tener por el momento noticias sobre el referido traslado.

Tampoco se ha solicitado, hasta el momento, depositar las cenizas de la locutora y presentadora María Teresa Campos en el Parque Cementerio de la ciudad de Málaga (Parcemasa), según han informado a EFE fuentes del recinto.

El columbario de la madre y el hermano de Campos, en el que caben varias urnas, no tiene ya capacidad para más, por lo que es posible que se tuviera que recurrir a otro cercano en el mismo recinto, para lo que hay disponibilidad, aunque por ahora no se han efectuado preparativos algunos al respecto.

El hermano de Teresa Campos formó parte de la junta de gobierno de esta hermandad hace años y familiares de la periodista fallecida residentes en Málaga participan cada año desde hace muchos en su procesión, e incluso la nieta de la comunicadora, Alejandra, lo hizo hace bastante tiempo.

La capilla de la sede de la Hermandad carece de sacerdote de forma habitual, por lo que si se tuviera que oficiar algún acto religioso en el lugar habría que contactar con un religioso para que acudiera.

Familia y amigos más íntimos de la periodista le han dado este miércoles su último adiós en el tanatorio de La Paz, en Madrid, donde ha sido incinerada, como paso previo a su traslado a Málaga, ciudad en la que será enterrada y se celebrará un funeral.

Campos, nació en Tetúan (Marruecos), pero se crió en Málaga, donde empezó con solo 15 años en Radio Juventud, y ha muerto en el madrileño Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, dos días después de su ingreso a causa de un insuficiencia respiratoria aguda. Sus restos fueron trasladados al referido tanatorio madrileño, donde este martes se instaló la capilla ardiente, por la que pasaron numerosos representantes del mundo de la comunicación, la política y la cultura.