Málaga vive su semana más cosmopolita

La Feria de Málaga acoge cada año a visitantes de cualquiera de las 50 provincias españolas, que conocedores del derroche de alegría y diversión que se genera esta semana tanto en el centro histórico como en el Cortijo de Torres, eligen la Costa del Sol como destino para pasar unos días de sus vacaciones. Los andaluces, por cercanía, son los mas asiduos a venir a la Feria, y entre ellos los cordobeses los que más abundan. Los turistas también ocupan un porcentaje considerable en las fiestas.

Las familias Van Pays y De Cock, originales de Flandes (Bélgica), no sabían qué era la Feria, eligieron Málaga para pasar dos semanas de vacaciones y, sin comerlo ni beberlo, han terminado embelesados con el ambiente festivo del centro. Quizá bebiéndolo, sí, "el vino dulce que se bebe por las calles es fantástico", afirma Tim mientras sostiene un vasito de Cartojal.

Sí que venían preparadas para la ocasión Angela Tysall y Ann Bowater, de Inglaterra e Irlanda respectivamente, luciendo vestidos de gitana y flor en el pelo, "vinimos de vacaciones pero oímos que había Feria y nos compramos los atuendos. Nos encanta este ambiente, en Reino Unido no hay nada similar. Incluso hemos aprendido algo de sevillanas", confesaban encantadas las británicas.

Al margen de los verdiales y los catavinos, una de las estampas más malagueñas de la jornada de ayer en la Feria del centro la dejaron una pareja de burgaleses, impolutamente vestidos, él de corto y ella de gitana, como dos autóctonos más. "No sé si vestidos o no, pero volveremos a esta Feria siempre que se pueda. Son unas fiestas inimaginables en Burgos", expresaba Laura Andrés mientras su novio Dani Movillo decía que "lo mejor sin duda es el Cartojal, y con este calor más".

También de fuera son Juan Carlos, Ricardo y Paco, de Algeciras concretamente. Se auto definen como unos auténticos trotaferias, tratan de visitar todos los veranos el mayor número de fiestas andaluzas, y a la de Málaga, dicen no faltar nunca, "es con mucha diferencia la mejor de todas. Hay gente de todo el mundo, se puede entrar a bailar en todas las casetas y además hay una gran diferencia con respecto a las otras ferias en la relación calidad-precio a la hora de comer, y eso hace mucho", elogiaba Ricardo.

Desde Madrid han bajado Sara y Noelia en busca de una semana de diversión, "es la tercera vez consecutiva que venimos porque es la mejor fiesta de España. Ya tenemos hasta amigos aquí con los que hemos quedado", comentan orgullosas.

Miriam y Jeniffer, de Valencia, han venido porque tienen amigos aquí y aseguran "haberse enamorado de Málaga y su Feria" de hecho la primera confiesa que no tiene billete de vuelta y que piensa buscar trabajo aquí para quedarse a vivir.

Por su parte, la familia de Claudia emigró de Málaga a Barcelona hace unos setenta años, donde nació ella, aunque por su sangre corre sangre andaluza y por eso "tengo que venir siempre que puedo al sur, lo necesito. Este año es la primera vez que vengo a la Feria y me he enamorado. Aunque me gustaría que la gente se vistiera y bailara más sevillanas o verdiales, que estamos en Andalucía", confiesa nostálgica.

En la Plaza Uncibay, un gran grupo de amigos del País Vasco y La Rioja ríen y beben mientras afirman que "les apasiona la feria del Real". Algunos incluso se mojan y admiten que "la Feria de Málaga es mejor que los Sanfermines".

El reclamo turístico tanto nacional como internacional que se repite cada año en Feria, hace de ella una de las fiestas más consideradas a nivel nacional.