El río sigue revuelto en el seno de la Diputación de Málaga. Después de que este lunes Juan Carlos Maldonado saliera estrepitosamente de Ciudadanos y posteriormente hablase de un "pacto oscuro" del partido naranja con los populares, este miércoles se celebra el Pleno Ordinario de Noviembre. La tensión entre Maldonado y Francisco Salado, presidente de la Diputación de Málaga, es más que evidente, pese a que se siguen sentando juntos al seguir siendo Maldonado vicepresidente primero de la Diputación. 

Maldonado, que ha votado en línea con la ejecutiva provincial en los puntos relacionados con la gestión de la institución, está absteniéndose en las mociones de índole político si no votando en contra, tanto en las que presenta el grupo popular como en otra presentada por el grupo socialista.

Sí ha votado a favor de la primera moción presentada por el PSOE y Adelante Málaga, relativa a la petición a la Junta de Andalucía (que gobiernan PP y Ciudadanos) para que reincorpore a los 8.000 profesionales sanitarios despedidos. Mientras que no se ha visto a Maldonado conversar con Salado sí que ha compartido impresiones con José Bernal, portavoz del grupo socialista en la Diputación de Málaga.

Maldonado conversa con José Bernal en momentos previos al pleno.

Además, ha retirado las dos mociones que se habían presentado bajo el grupo de Ciudadanos, que sigue constituido administrativamente y, por lo tanto, su voto se sigue registrando como parte del mismo. Una de ellas versaba sobre el plan de mejora de la capacidad de embalse y gestión del agua en la provincia de Málaga y otra relativa al fomento del teletrabajo en la provincia para luchar contra la despoblación. No está presente en la sesión del pleno el diputado no adscrito, Juan Cassá. Sí ha votado en conjunto con el grupo popular en una moción presentada por estos en relación al transporte sostenible en el que se ha tratado, entre otros puntos, el Cercanías.

Esto mantiene abiertas las dudas que se generaron después de que el todavía número 2 de la Diputación arremetiese en Sur contra el propio Salado, del que dijo que “no es un presidente que esté a la altura de los malagueños” y que “está al compás de lo que le dicen Juan Marín (Cs) y el PP andaluz”.

La baja de Cassá junto a la del socialista José María Jiménez han hecho que estas salidas del voto quedasen completamente anestesiadas en la aritmética plenaria y, a efectos prácticos, la salida del carril de Maldonado se ha quedado en una imagen para la galería. De cara a futuros plenos queda por ver si hace fuerte su posición con Cassá, ya que de votar ambos en contra del equipo de gobierno dejarían al grupo popular en minoría al contar con 15 de los 31 escaños. 

En el pleno también se ha votado por unanimidad el apoyo a una moción urgente por la que se pide a Unicaja que asegure la sede en la provincia y por la que apoyan a los trabajadores del banco ante el ERE que se plantea por parte de la empresa. La moción ha sido presentada por el PSOE e insta al equipo de gobierno de la Diputación a "realizar las gestiones pertinentes ante el órgano de dirección de la entidad Unicaja Banco con el fin de evitar la aprobación del ERE".