Centenares de tractores han tomado desde esta madrugada Málaga, bloqueando las entradas al puerto de la capital. Esta protesta, que se ha extendido por toda Andalucía, ocurre cuatro días después de acudir al Parlamento Europeo para exponer sus reivindicaciones. La manifestación de los agricultores de Málaga, llegados desde distintos municipios del Valle del Guadalhorce están complicando el tráfico en la ciudad y en las carreteras de la provincia.

Los agricultores andaluces se han desmarcado de las diferentes asociaciones y a través de las redes sociales, han decidido retomar las protestas contra las políticas de la Unión Europea y del Gobierno con respecto al Pacto Verde Europeo, a materias de utilización de fertilizantes, zoosanitarios y con respecto al consumo de carne. También han solicitado a las autoridades europeas y nacionales un aumento de las medidas de control en sus fronteras, y que se sostenga la Política Agraria Común (PAC). Ya hace unas semanas, los agricultores malagueños se plantaron en la plaza de la Marina con 3.000 kilos de limones para pedir incentivar el consumo de origen frente a la compra de productos industrializados de procedencia y tratamiento sanitario inexacto.

Los agricultores no están de acuerdo con las medidas tomadas tanto a nivel europeo, como nacional, y estas propuestas son consecuencia de ello. 

Qué piden los agricultores malagueños

El sector agrario ha decidido salir a la calle para reclamar un plan de choque que recoja medidas tanto a nivel de la Unión Europea, como del gobierno de España y de las Comunidades Autónomas. A estas movilizaciones se han unido los trabajadores del campo malagueño y desde Asaja Málaga afirmaron que existen motivos suficientes para llevar a cabo estas concentraciones.

“La situación tan larga, complicada y continuada que estamos viviendo los agricultores y ganaderos, sobre todo, por las políticas de Bruselas han desencadenado una serie de protestas a lo largo de toda la Unión Europea”, defendía el presidente de Asaja Málaga, Baldomero Bellido. 

El secretario provincial de COAG Málaga, Antonio Rodríguez, consideraba que "hay motivos de sobra para que los agricultores y ganaderos malagueños salgamos a la calle a protestar: estamos sin agua, presionados por la excesiva burocracia de la nueva PAC, por las leyes sin sentido común, como es el caso de la Ley de Bienestar Animal, asfixiados por la subida imparable de los costes de producción y machacados por la competencia desleal de los productos que entran sin control de países terceros".

Las reivindicaciones son rebajar las exigencias de la nueva PAC agroambiental, reducen drásticamente las producciones. También piden rebajar la carga burocrática que hace perder muchas jornadas de trabajo y exige una mayor implicación del funcionariado. Los agricultores también piden que no sea obligatorio dejar un 4% de la superficie en barbecho. Quieren eliminar los libros digitales: la UE exige a los productores que lleven un cuaderno digital donde deben anotar trabajos, tratamientos, manejo de animales, etc. 

Además, piden una mejor gestión del estiércol, eliminando la norma que va a permitir tener amontonado el estiércol más de 5 días y esparcido en la finca durante 2 días. Quieren el compromiso de las instituciones de no reducir la rebaja de impuestos sobre el gasóleo agrícola, incluso implementando alguna mejora, por los altos precios. El cumplimiento de la ley de precios, donde el agricultor o ganadero no sea obligado a vender a pérdidas. También el cumplimiento de control de fitosanitarios de la normativa europea para todos los productos que entran de países extracomunitarios. El compromiso de una política de gestión del agua consecuente con las necesidades de cada territorio. Y claridad en el etiquetado con respecto a los países de procedencia de los productos y precios de origen y final.

Atendiendo a estas peticiones, Asaja, Coag y Upa han acordado de manera conjunta una serie de reclamaciones a nivel nacional. Entre ellas están el exigir la modificación y ampliación de la Ley de la Cadena Agroalimentaria para prohibir las prácticas desleales para que los precios de los agricultores cubran los costes de producción. Asimismo, van a pedirle al Ministerio de Agricultura un observatorio sobre las importaciones y que se refuerce la batalla en Bruselas para exigir reciprocidad, mediante cláusulas espejo, en todos los productos agrícolas y ganaderos que entren al territorio UE. Y de esta forma incentivar el consumo de origen, un aspecto que preocupa bastante a los agricultores malagueños. 

Los ganaderos también señalan la situación crítica que están generando las cuestiones de sanidad animal. Por ello exigen una política de sanidad animal coordinada, seria y coherente que ayude a los profesionales del campo y no les hunda.

Estas movilizaciones no son las primeras que se vienen últimamente, puesto que el pasado 4 de septiembre se concentraron en Córdoba o se plantaron en Málaga el 18 de enero para repartir 3.000 kilos de limones.