La Marisquería Jacinto, situada en Málaga en el número 7 de la Avenida del Obispo Ángel Herrera Oria, ha comunicado en sus redes sociales que se ven obligados a cerrar unos días el negocio por la falta de suministros ante el paro de la flota pesquera. 

"Hablamos con los proveedores y nos dijeron que no tenían género para ofrecernos. Ayer por la tarde todavía no sabíamos si íbamos a poder trabajar, así que hemos decidido esperar", explica a este periódico el dueño de la marisquería, Pablo Rojas.

Se trata del primer establecimiento de hostelería que anuncia su cierre temporal cuando se cumple ya el octavo día desde que comenzó el paro de transportistas y el segundo desde que los pescadores decidieran amarrar sus barcos. Todos ellos, en protesta por la subida del precio del combustible.

En los mercados municipales los puestos de pescado que han conseguido abrir lo han hecho con productos importados, en su mayoría, de Marruecos, Italia, Portugal y Noruega. Las complicaciones que sufre la cadena de distribución alimentaria ya se está notando en los restaurantes en la capital malagueña.

Así, el dueño de la Marisquería Jacinto, Pablo Rojas, cuenta que los productos que están entrando son procedentes de Portugal y Mauritania y prefieren esperar -en principio, tres días- a que lleguen suministros de "calidad". "Volveremos con la máxima calidad en cuanto nuestros barcos comiencen a faenar", añade el comunicado que ha difundido el negocio.

Rojas confía en que mañana la Confederación Española de Pesca y la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores lleguen a un acuerdo con el ministro del ramo, Luis Planas, y los pescadores vuelvan a desempeñar sus labores con normalidad. En caso contrario, aún no sabe si permanecerán cerrados o volverán a abrir adaptándose a los productos que hay en el mercado.