Matrimonios tardíos y con pocos hijos
Las malagueñas esperan hasta los 31 años para tener su primer vástago
Los cambios en la pirámide de población y la evolución de los hábitos de vida, sobre todo en lo referente al papel de la mujer en la sociedad, tienen su reflejo en los matrimonios, cada vez más tardíos, y en la decisión de tener menos hijos.
Según el informe de Indicadores Urbanos del INE, la edad media de la población malagueña ha pasado de ser de 38,60 años en 2010 a 41,34 en 2016. Este envejecimiento en sólo seis años influye en que en este momento la edad del matrimonio se sitúe bien avanzada la treintena, cuando hace sólo una década la edad para casarse era inferior a los 30 años.
Detrás de esta situación hay razones biológicas y también económicas. La esperanza de vida, al ser más larga, provoca que la población postergue su matrimonio. Una decisión en la que también influyen los recursos con los que se cuenten para dar el "sí, quiero". La crisis, el paro y la dificultad para acceder a un préstamo bancario han determinado que una pareja se lo piense dos veces antes de casarse.
En Málaga se contabilizaron el pasado año 5.721 enlaces matrimoniales, de los que su mayoría, 4.000, fueron en exclusiva por la vía civil y otros 1.626 por el rito de la religión católica.
Las parejas siguen retrasando la decisión de tener el primer hijo y en Málaga esta edad se sitúa en los 31 años, coincidiendo con la media de toda Andalucía. Las dificultades para incorporarse a la vida laboral y lograr una independencia económica han situado a España como el país más retrasado de Europa en cuanto a edad media para tener el primer hijo, según aseguran expertos en demografía de la Universidad de Málaga.
Pero incluso dentro de Andalucía existen diferencias significativas según el modelo poblacional de cada provincia. Por ejemplo en Almería, con altas tasas de inmigración procedente de países del norte de África, este hecho ha influido en que sea la provincia andaluza con mayor número de hijos por mujer (1,6) y donde la edad de maternidad es más temprana, según datos del Instituto Cartográfico de Andalucía.
Por contra, Málaga se sitúa a la cabeza de Andalucía en el número de hijos nacidos de madre no casada, que sigue una tendencia alcista en los últimos años. En la provincia malagueña y en Cádiz, por primera vez se ha superado el porcentaje del 50%, mientras en provincias como Jaén, la cifra de nacidos de madre no casada se situó en el 33,6%.
En cuanto al porcentaje de matrimonios en los que al menos uno de los cónyuges era extranjero descendió casi 0,6 puntos porcentuales en 2015 respecto al año anterior para el conjunto de Andalucía, y pasó del 10,5% al 9,9%. Sin embargo, Málaga sigue a la cabeza de este indicador, y la alta presencia de población extranjera ha provocado que en un 18,1% de los matrimonios, al menos uno de ellos sea foráneo, según el Instituto de Estadística.
En cuanto a la esperanza de vida, está claro que el avance de la medicina y la mejora de las condiciones higiénicas han permitido que la población muera, cada vez, con una edad más avanzada. Hasta la centuria decimonónica la gente fallecía joven, de ahí que las familias tuvieran muchos hijos, porque de lo contrario corrían el riesgo de quedar sin descendencia.
En este cambio demográfico no deben dejarse al margen dos factores importantes. Por un lado, la inmigración, que alcanzó su momento álgido la década pasada, con el sector inmobiliario en auge y empleos que los nativos descartaban para ser desempeñados por ciudadanos procedentes de otros países. Este flujo se ha reducido drásticamente con la crisis. Por otro lado, los nuevos modelos de familia monoparentales que se van abriendo paso y los constituidos por personas del mismo sexo.
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