Matrona al rescate en el propio domicilio
Una joven malagueña ha creado una empresa en la que ofrece atención a las mujeres embarazadas o después del parto en sus propios hogares


Tener un hijo, sobre todo cuando se es primerizo, es un auténtico mundo. Durante el embarazo son todo nervios y tensión y, tras el parto, son todo dudas. ¿Quién no ha deseado alguna vez, o muchas veces, tener un profesional al lado y en el momento que se desee que tranquilice a una madre a la que le duele y molesta todo en el embarazo? ¿Quién no ha deseado alguna vez que un profesional, con el bebé ya en el mundo, le explique de forma sosegada y sobre el propio terreno cómo cortarle las uñas, cómo saber si el cordón umbilical está curando bien o si la madre se está recuperando de forma satisfactoria? Una joven matrona malagueña también se hacía esas preguntas y ha decidido crear una empresa de atención a domicilio. Apenas tiene un mes de vida, pero ya cuenta con dos clientes y una página web bastante completa (mimatronaencasa.com).
Se llama Carmen Montes, tiene 25 años, ha estudiado enfermería y la especialidad de matrona en la Universidad de Málaga. Ha trabajado en el Clínico, en el Materno y en el comarcal de Vélez, pero siempre con contratos temporales, normalmente en verano y en Navidad, lo que le imposibilitaba desarrollar su función durante muchos meses al año. "Me gusta mucho mi profesión y no quería renunciar a ella sin intentarlo todo", comenta esta joven.
La idea surgió, como suele ocurrir, casi de casualidad. Uno de sus hermanos tuvo un hijo y Carmen les atendía en su doble función de tía y de matrona. La lactancia no resultó sencilla, pero todo fue más rodado gracias a que contaban con una matrona en la familia. "Mi hermano me dijo que este servicio era necesario y que nadie lo ofertaba por lo que me animó a hacerlo", señala.
Ni corta ni perezosa, se dio de alta como autónoma, creó una página web y lleva un mes trabajando. "Ya tengo dos clientas. Las conocí mientras repartía unos anuncios y me llamaron. Creo que el boca a boca es lo que mejor funciona", afirma Montes, quien destaca que ha repartido publicidad en centros de salud, farmacias, tiendas de bebé o ginecólogos. "Trabajo de pluriempleada para mí misma", afirma entre risas. Pero no solo ella. Su madre, que está completamente involucrada en la aventura empresarial de su hija, como el resto de la familia, "va repartiendo folletos a todas las embarazadas que ve por la calle", dice sonriendo.
No atiende partos, sino los momentos anteriores o posteriores al alumbramiento. Antes del parto resuelve cualquier duda e imparte educación maternal en el propio domicilio. "Hay muchas veces que recomiendan reposo a las embarazadas, u otras no pueden ir al centro de salud por horarios o porque prefieren hacerlo de forma más intima con su pareja en su casa", relata. Tras el parto, Montes hace tanto la valoración física y psíquica de la madre (hemorragias, loquios, estado físico general, estado de los puntos si hubieran sido necesarios, estado emocional...) como la ayuda en los cuidados del bebé. "Los primeros 15 días suelen ser los más difíciles porque tanto el bebé como la madre se tienen que adaptar. Los mayores problemas que me plantean son sobre los ciclos de sueño, la lactancia, el baño, el cuidado del cordón o sobre el pipí y la caca. Muchas primerizas piensan que si el bebé no ha hecho pipí o caca en todo un día tiene algún problema y no es así, pero eso les genera mucha tensión", explica.
Montes realiza las visitas de forma presencial, aunque también atiende dudas por el teléfono móvil. Sus tarifas varían en función del servicio, aunque oscila entre los 75 euros de una visita puntual de dos horas a los 325 euros por cinco visitas de dos horas cada una repartidas en dos semanas tras el nacimiento. Por ahora, Montes descarta dar el servicio a través de aseguradoras ya que "tienen los cupos muy cerrados".
Montes no conoce a nadie que preste un servicio similar en Málaga, aunque sí subraya que hay profesionales haciéndolo en Madrid, Barcelona o Valencia. En Holanda, por ejemplo, el servicio público de salud permite que las matronas visiten a las madres durante una semana. En España, esa atención se suele dar en el propio centro de salud por falta de personal. Esta joven ha decidido lanzarse a la piscina para hacer lo que más le gusta y, de paso, atender una necesidad no cubierta.
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