Un 1º de Mayo reivindicativo, pero con menos respaldo

Los trabajadores cumplieron una vez más ayer el rito de echarse a la calle el 1º de Mayo. Fue una manifestación muy reivindicativa como siempre, pero con menos respaldo y menos ruido que otros años. La marcha por las calles del centro congregó a más de 2.000 personas; aunque los sindicatos convocantes -UGT y CCOO- elevaron la cifra a 5.000 y la Subdelegación del Gobierno la rebajó a unos 1.000. El puente, el buen tiempo y el descrédito sindical de los últimos años quizás expliquen una movilización que parecía más desinflada que en otras ocasiones.

Pero los mensajes fueron igual de reivindicativos. "A la izquierda plural le exigimos que se deje de pamplinas y forme gobierno" para sacar a 1.500.000 andaluces del desempleo y poner fin a la situación de 280.000 familias sin ningún ingreso en la comunidad autónoma, dijo el secretario provincial de CCOO, Antonio Herrera, en un claro mensaje a los parlamentarios electos por Andalucía. Herrera recordó que el 52% de desempleo juvenil deja a las nuevas generaciones "sin futuro" y abocadas a la emigración.

La secretaria provincial de UGT, Auxiliadora Jiménez, urgió a que "el empleo sea una realidad y no una palabra en un programa electoral", a la vez que reivindicó un salario mínimo interprofesional de 800 euros porque España tiene el SMI más bajo de Europa. Jiménez justificó la necesidad de mantener viva la movilización en que la provincia tiene 264.000 desempleados y que la mitad de los contratos son por apenas 54 días. UGT y CCOO también instaron a que se apruebe la iniciativa legislativa popular presentada por ambas organizaciones para que se garantice una prestación económica para aquellas personas sin trabajo que no perciben ningún ingreso.

A la manifestación acudieron representantes de PSOE, IU y PCE. El secretario provincial socialista, Miguel Ángel Heredia, arremetió contra el PP porque "está convirtiendo a los españoles en emigrantes por el mundo, en exiliados económicos". Además, avanzó que si el PSOE vuelve al Gobierno nacional derogará la reforma laboral y prometió que si recupera la Diputación establecerá un programa para crear 6.000 empleos dotado con 15 millones de euros. Por su parte, Eduardo Zorilla, representante de IU, criticó las políticas populares de "austeridad, paro y pobreza" y sostuvo que puede cambiarse "con los votos y la movilización, que no podemos abandonar".

La manifestación salió poco después de las 11:00 de la Alameda de Colón. "Así no salimos de la crisis" rezaba la pancarta que abría la marcha. Como muchos años, la columna avanzó por la Alameda Principal y luego tomó por la calle Larios hasta la Plaza de la Constitución. No hubo petardos ni tantas consignas como otros años. Pero la canción Resistiré con la letra cambiada para arremeter contra la política del Gobierno central-que ya es un clásico en las movilizaciones- puso ritmo a la protesta. "Aunque el recorte se transforme en un deporte, resistiré, resistiré", coreaban los manifestantes mientras se llenaba la plaza poco antes de las 13:00.

Dos breves discursos de los líderes de CCOO y UGT pusieron fin a la movilización. El secretario de Comisiones Obreras inició su discurso recordando a los 700 inmigrantes que han perdido la vida en el Mediterráneo en los últimos días. Paradójicamente, mientras Herrera pronunciaba estas palabras, un subsahariano estaba casi inconsciente sobre uno de los bancos de la Plaza de la Constitución. Quizás los manifestantes le salvaron la vida. Al ver que no respondía, llamaron a los servicios sanitarios. Pocos minutos después llegó una ambulancia. Un enfermero que estaba en la manifestación reflexionaba: "Se va a salvar gracias a que ha venido a atenderlo la sanidad pública".