Un total de 185 agresiones en 2020, de 187 en 2021 y de 268 en 2022. Estas cifras de la provincia de Málaga y de todas las categorías, suponen que el año pasado respecto al anterior se produjo un incremento del 43,3% entre los ataques físicos y verbales. Con estos datos, los facultativos han exigido este jueves medidas urgentes para atajar la "alarmante tendencia al alza" de las agresiones. La reivindicación la han lanzado el Colegio de Médicos (Commálaga) y el Sindicato Médico de Málaga (SMA) que han coincidido en denunciar que el plan del Servicio Andaluz de Salud para combatirlas es un "absoluto fracaso". 

Las organizaciones han precisado que en los dos primeros meses de 2023 la asesoría jurídica de la entidad colegial ha registrado 13 agresiones cometidas contra facultativos frente a las ocho notificadas en el mismo periodo de 2022. Unos números que, de continuar la tendencia, supondrían cerrar el presente año con 52 ataques, más del doble que las registradas contra profesionales de esta categoría en el ejercicio pasado. 

El presidente del Colegio de Médicos de Málaga, Pedro Navarro, reiteró la política de tolerancia cero hacia estos ataques. Con motivo del Día Europeo contra las Agresiones a Sanitarios -que es el 12 de marzo- ambas organizaciones ponen en marcha una campaña de concienciación ciudadana. No obstante, Navarro apuntó: "Pero de poco sirve que realicemos campañas de concienciación ciudadana y denunciemos públicamente todas y cada una de las agresiones que se producen si no vamos de la mano con las administraciones sanitarias y educativas. Los médicos necesitan ir a trabajar seguros. ¿Se imaginan ustedes yendo a trabajar a diario sabiendo que en cualquier momento les pueden insultar, amenazar o pegar? Es inadmisible". Por su parte, el presidente del SMA, Antonio Martín, tras recordar el incremento del 43% en las agresiones en 2022 respecto a 2021 y el principio de 2023 "negro" con otras 13, resaltó: "Si no hay recursos no es por culpa del que da la cara, sino será de otras personas que son las que tienen que decidir". Además, hizo hincapié en que están "indignados y cabreados" con la Administración sanitaria autonómica porque ha sacado un plan de prevención que no lleva aportación económica. "Está muy bonito, pero sin una memoria económica, esas medidas luego no se llevan a cabo", denunció. 

El perfil de las víctimas

Según los datos aportados por el sindicato y la entidad colegial, la mayoría de las víctimas en el estamento médico son mujeres, jóvenes y de la sanidad pública. De las 22 agresiones cometidas el año pasado contra facultativos, 14 fueron a mujeres y ocho a hombres. Una diferencia por sexos que se mantiene en 2023 ya que en los primeros meses de este año 10 fueron a mujeres y tres a hombres. La mayor parte de las víctimas tienen menos de 35 años y trabajan en el sistema sanitario público. Respecto a los agresores, la mayor proporción son varones y dos de cada tres tienen menos de 40 años. 

En cuanto a las agresiones en la categoría de facultativos, ambas instituciones concretan que se han registrado 22 el año pasado, 26 en 2021, 21 en 2020, 45 en 2019, 28 en 2018, 27 en 2017 y 25 en 2016. En los dos primeros de 2023 se han registrado 13 sólo contra estos profesionales por lo que ambas instituciones concluyen que el plan de prevención del SAS es "un absoluto fracaso". Además, denuncian que "no se cumple" en muchas de sus medidas. En un seguimiento que ha hecho el Sindicato Médico de Málaga (SMM) ha constatado que las medidas de seguridad "son deficitarias, con una implantación muy irregular [en los centros sanitarios] y en muchos de ellos absolutamente ausentes". Por ejemplo, el SMM señala que carecen de vigilantes en la Serranía y el Guadalhorce, que su presencia es anecdótica en la Axarquía y la comarca de Antequera y sólo cuentan con ellos una "escasa" cuarta parte de los centros de la Costa del Sol y un tercio de los de la Zona Básica Málaga. "El plan no se cumple en estas ni en otras medidas", denuncian.   

Ante esta situación, el Colegio y el Sindicato Médico reclaman medidas urgentes. Entre ellas, que en la historia digital salte una señal de alerta cuando el paciente sea agresor, "dado que en algunos casos son reincidentes" (Entre los ataques cometidos en lo que va de año, en varios casos los agresores repetían su conducta violenta). También reclaman contratos de emergencia de vigilantes para reforzar la seguridad en los centros con mas incidencia así como que esta figura se implante en todos los centros asistenciales, "al igual que en cualquier oficina de la administración pública, empezando por los puntos de urgencia de 24 horas". Además piden mayor número de cámaras de videovigilancia, más vías de escape rápidas, una memoria económica de las inversiones a realizar para la prevención de estas situaciones, sanciones económicas proporcionales al daño causado, equiparación de los profesionales sanitarios a jueces y policías como agentes de autoridad a afecto de condenas y la agilización del protocolo por parte de la Policía que facilite a los agredidos la denuncia del hecho en el propio centro sanitario, como ocurre en los centros comerciales.