La Consejería de Medio Ambiente será la encargada de regular la actividad de los chiringuitos ubicados en el dominio público marítimo-terrestre a partir de enero del 2011. Es la fecha en la que el Gobierno central espera tener traspasadas las competencias en esta materia y poner punto final a un arduo proceso de negociación que se inició el año pasado tras la reivindicación de los empresarios de regularizar su situación tras más de 20 años de la aplicación de la Ley de Costas. Si no hay cambios de última hora, el consejero de Medio Ambiente, Juan José Díaz Trillo, anunció ayer que será su departamento el que asuma la gestión de todas las instalaciones de playa una vez que termine la transferencia que está llevando a cabo una comisión mixta que se reunirá este mismo mes en Málaga para ultimar los flecos pendientes.

A pesar de que "en algún momento hubo alguna confusión sobre su idoneidad o no", Díaz Trillo resaltó la importancia no sólo social y cultural de los chiringuitos, sino también medioambiental "siempre que estén bien construidos por ser factor de desarrollo económico muy importante". La culminación de la prometida transferencia llega con un año de retraso y se remonta a marzo de 2009 cuando el Gobierno central anunció su intención de endurecer la aplicación de la Ley de Costas.