El Metro y la EMT ganan viajeros a mitad de año a pesar de su 'desconexión'

El transporte público de Málaga capital parece estar de enhorabuena. A pesar de la evidente desconexión y falta de coordinación entre los dos principales actores en este tipo de movilidad, la EMT y el Metro de la ciudad, la cifra de viajeros transportados por ambos medios crece. Así lo corroboran las estadísticas oficiales que manejan tanto la Junta de Andalucía como el Ayuntamiento de la capital hasta finales del pasado mes de junio.

En los primeros seis meses del año, el ferrocarril urbano ha sido capaz de absorber un 4,2% más de usuarios que en el mismo periodo de 2015, lo que pone de manifiesto el cada vez mayor conocimiento que se tiene de la infraestructura. La mejora, aunque menor en lo que al porcentaje se refiere, es igualmente apreciable en el caso de los autobuses urbanos, que han sido capaces de transportar casi un 1,7% más, lo que se traduce en unos 370.000 nuevos usuarios.

En el caso concreto de la sociedad municipal responsable de la explotación de las líneas de bus, las estadísticas ponen de manifiesto una leve recuperación. La empresa toma aire después de haber cerrado 2015 con una caída del 0,4%, con poco más de 44 millones de pasajeros. Este es el parámetro que se viene manejando sin excesivas variaciones en los últimos ejercicios, aunque el mismo se encuentra alejado de los algo más de 46,5 millones de viajeros que se subieron a los vehículos de la EMT a lo largo de 2011.

Resulta cuanto menos llamativo que la caída de usuarios sufrida por la red de autobuses haya coincidido con los años en los que la disminución del tráfico privado ha sido una constante en las principales arterias de la capital de la Costa del Sol. De los primeros seis meses de 2016, los que mejor comportamiento han tenido respecto a 2015 fue febrero, con 161.500 usuarios más (de 3.178.842 se ha pasado a 3.340.356), y junio, con 121.000 más ( de los 3.714.116 acumulados en 2015 se ha pasado a 3.835.254 este ejercicio).

La evolución es más apreciable en el caso del ferrocarril urbano, que a finales de este mes celebra el segundo aniversario de su puesta en servicio. Y lo hace superando los 10 millones de pasajeros. En lo que respecta exclusivamente a la primera mitad de 2016, el último balance de Metro Málaga indica que entre enero y junio utilizaron este medio de transporte 2.672.824 pasajeros, un 4,2% más. En este intervalo, el promedio de validaciones en días laborables estuvo por encima de los 17.100 viajeros, mientras que los sábados el dato cae a casi 11.000 y a unos 7.000 los domingos y días festivos.

El mes que arrojó una mayor demanda fue marzo, con casi medio millón de viajeros, en concreto 494.387 pasajeros, seguido del mes de abril, con un dato de 470.390 validaciones. Desde el arranque de las operaciones hasta el pasado 30 de junio, el volumen de usuarios alcanza los 9.722.426. Las estaciones con mayor afluencia de viajeros son el Intercambiador El Perchel-María Zambrano, La Luz-La Paz, Ciudad de la Justicia, Palacio de los Deportes y Universidad, lugares donde se concentran los puntos de mayor interés para los usuarios del Metro.

La entrada en funcionamiento del Metro no ha traído consigo una estrategia de coordinación con la red de autobuses, un asignatura pendiente que sigue sin tener visos de solventarse en el corto y medio plazo. Y ello a pesar de que era uno de los elementos fundamentales marcados en el acuerdo de colaboración suscrito por las dos administraciones públicas en 2003 para el impulso del suburbano. Salvo ligeras variaciones de algunos trazados de la EMT, la realidad esa que no existe una estrategia común que permita una retroalimentación entre los dos medios.

Por el momento, según los datos de la EMT, y a pesar de que en un origen se pensaba que buena parte de los usuarios del Metro procederían de las líneas de autobuses, la incidencia es leve sobre la carga de pasajeros de la red de autobuses. Sí se admite una incidencia mayor sobre la línea 22, Avenida de Molière-Tirón de Pichón-Universidad, en especial en los primeros meses de funcionamiento del ferrocarril urbano, con un 16% de caída. La misma sin embargo apenas es de un 1% en estos últimos meses.

La mayor incidencia podrá notarse cuanto el ferrocarril urbano vaya acercándose al centro de la ciudad, para lo que, en el mejor de los casos, aún restan dos años.

En este sentido, el estudio de impacto en la demanda del Metro elaborado por la consultora Tema a finales de 2013 por encargo de la Junta de Andalucía concluía que en 2020 el ferrocarril urbano podría llegar a robarle a la EMT hasta 89.003 viajes diarios, lo que supone del orden del 63% del movimiento de los autobuses. Ello, trasladado a todo un año, supone del orden de 28,5 millones de viajes.

Bien es cierto que esta previsión se condicionaba a la puesta en marcha de una serie de medidas de reordenación de las líneas de autobuses que por el momento no forman parte del escenario de acuerdo entre el Ayuntamiento y la Junta. Conforme a los parámetros objetivos del estudio, en el horizonte de 2020, es evidente que la principal fuente de viajeros que tendrá el Metro es el transporte público.

El informe toma como referencia la demanda que podría tener el suburbano a cinco años vista, con todos sus recorridos completos hasta el centro y la zona norte, de unos 95.306 viajes diarios, casi 30,5 millones anuales (siempre en un escenario intermedio y con la red de autobuses reordenada), el 93% de esos viajes procedería de la EMT. La tendencia se mantiene incluso en el peor de los escenarios y sin reajustes en la red de autobuses. En ese supuesto, Tema estima una demanda diaria para el suburbano de unos 64.258 viajes (20,5 millones de viajes), de los cuales el 90,3% serían captados de los autobuses urbanos.