El Metro prevé tener reurbanizada la Alameda para finales de año

Los comerciantes creen que en unas semanas se retirarán las pantalladoras hacia el río

Imagen de archivo de los trabajos del Metro en el lateral norte de la Alameda. / Javier Albiñana
S. Sánchez

Málaga, 01 de abril 2017 - 02:03

La particular odisea contra la que pugnan desde hace unos 16 meses los comercios localizados en el lateral norte de la Alameda se acerca a su final. De cumplirse el calendario previsto por la Consejería de Fomento y por la empresa adjudicataria del tajo Guadalmedina-Atarazanas, la unión temporal de empresas (UTE) integrada por Acciona y Sando, a lo largo del mes de abril las máquinas pantalladoras dejarán de trabajar en las proximidades de las fachadas de los edificios para desplazarse hacia el entorno del río Guadalmedina. Punto en el que aún resta por ejecutar el grueso de las pantallas que darán forma al túnel del suburbano.

A este primer hito se añadirá un segundo a finales del ejercicio. Para Navidades, según confirmaron desde la Administración regional, se espera que la reurbanización del tajo "esté muy avanzada y haya poca valla de obra". Ello da pie a pensar que a finales de año o principios de 2018 sería posible redescubrir este lateral de la calle como un espacio peatonal, respetando el diseño en el que aún están trabajando los técnicos de la Gerencia de Urbanismo.

Ambos horizontes han formado parte de los compromisos de los responsables autonómicos con los comerciantes del entorno. Entre ellos, José Antonio Ruiz, propietario de la librería Luces. "La maquinaria pesada se retirará hacia el puente a principios de abril; a partir de ahí empezaremos a notar que lo que queda de trabajo es más rápido", explicó. Hasta hace apenas unos días, a apenas un par de metros de la entrada principal de Luces había una máquina gigantesca mordiendo con su cuchara de hierro el suelo de la Alameda. Ahora no está. "Se ha ido la máquina gigantesca; al pobre cualquier cosa le alegra. Ya no tenemos la máquina en la puerta y el sol entra por la ventana". Antes no lo hacía por los toldos colocados para evitar que los restos de barro extraídos en cada bocado de la pantalladora salpiquen el edificio. "Había un nublado durante diez días", dice apenado. José Antonio explica que "la información no comprometida" de la que disponen es que la obra va a buen ritmo. A pesar de ello, la realidad económica en la que se maneja su negocio es complicada. Apunta que el ejercicio pasado lo cerró con una caída del 18% en los ingresos y que los dos primeros meses las pérdidas han seguido creciendo. Un hecho que relaciona con el rechazo psicológico que provoca en el comprador ver el desarrollo de las obras.

"Al venir por la mañana a la librería hay personas que se asoman a la Alameda, ven las máquinas y se dan la vuelta literalmente", comenta José Antonio, quien añadió: "a veces no es un tema de distancia sino de bloqueo mental".

En esta misma línea se pronunció Pilar Cruzado, que regenta un quiosco de prensa en la Alameda y que ejerce como portavoz de la plataforma de comerciantes. "La obra va bien, es lo que nos dicen desde el Metro, que no lleva retraso; para esta semana o la próxima la fase más molesta, con las pantalladoras, estará terminada", expuso. Y "el cambio importante" podría ocurrir a finales de año o principios de 2018 con la reurbanización del lateral. La preocupación actual que tiene el colectivo es evitar que en Semana Santa se restrinja el paso por la acera norte de la Alameda durante los desfiles procesionales, planteando como alternativa el eje de la calle Panaderos. Según Cruzado, esa medida tendría una afección directa sobre varios de los negocios de la zona, especialmente de los de hostelería.

Adaptan el tajo para el paso de las cofradías de Semana Santa

Los operarios del Metro finalizaron ayer la reposición del firme provisional en el tramo de la Alameda ocupado por la ejecución de las obras con el objetivo de facilitar el paso de cofradías de Semana Santa y evitar el impacto de los trabajos en la zona. En concreto, en la confluencia del eje viario con la calle Ordóñez y el Puente de Tetuán. Esta actuación, como ya sucediera en 2016, da respuesta al compromiso de la Junta con la Asociación de Cofradías, "al objeto de minimizar la consecuencias de las obras en el tramo entre Guadalmedina-Atarazanas y facilitar el normal desarrollo de la Semana Santa". Según explicaron desde la Administración regional, "se ha contado también con la cooperación y coordinación de la Policía Local y de Protección Civil a la hora de concretar las acciones a realizar para favorecer el desfile procesional". Entre el conjunto de acciones llevadas a cabo se incluye el acondicionamiento de los desvíos de tráfico de la Alameda y la Avenida de Andalucía para permitir el paso de las procesiones sin interrupción, además de la mencionada supresión del recinto de obra, con el relleno de la zanja existente y la reposición de la pavimentación. Como novedad, se ha habilitado un paso peatonal, en sentido norte-sur, a la altura de la calle Villaescusa.

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