Málaga

Los tres vecinos de Mitjana que le han ganado una sentencia histórica al Ayuntamiento: "Esperamos algún día poder abrir la ventana a las 10 de la noche"

Los tres vecinos posan junto a la plaza Mitjana.

Los tres vecinos posan junto a la plaza Mitjana. / Javier Albiñana (Málaga)

En 2007, cuando se terminó de construir el edificio en el que viven los tres vecinos a los que el Ayuntamiento de Málaga deberá indemnizar por ruido, el local que hacía esquina era una inmobiliaria. "El siguiente, una funeraria, una peluquería, una oficina de Iberdrola, una papelería...", siguen detallando. Ahora sólo hay bares de copas y restaurantes. Este martes, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), ratificó la sentencia que por la que el Consistorio deberá indemnizar con 13.440 euros al año para cada uno de los recurrentes "desde el dictado de la sentencia "y hasta la completa solución del problema de perturbación ruidosa. 

La ordenanza municipal marca que en zona urbana el nivel máximo de ruido no debe superar los 55 decibelios (dBA), estos días, aseguran los vecinos, el ruido seguía superando los 80 dBA. Este es uno de los motivos por los que no están del todo conformes con la situación. Es una victoria pírrica. "No nos vamos a conformar hasta que no tengamos un ruido normal, esperamos que se solucione, tenemos la esperanza de poder volver a abrir la ventana a las 10 de la noche, como hemos hecho toda la vida en el centro", cuentan. 

Los tres vecinos prefieren no dar sus nombres, sólo sus iniciales para la redacción del artículo; A. O., J. M. y L. R. llevan desde 2012 luchando contra el ruido de los bares, y "nos han amenazado, nos tocaban el porterillo de madrugada, roto porterillos, amedrentado...". Pero animan a todos los que estén en una situación a seguir su camino: "es la única solución posible, nosotros llevábamos incontables denuncias, llamadas a la policía, fotos, vídeos y es la única vía que ha resultado efectiva". 

En la sentencia se ratifica la dejación de funciones del Ayuntamiento para solucionar el problema, pese a haberlo declarado Zona Acústicamente Saturada (ZAS), "no funciona, no hay ninguna medida que haya funcionado, está hecha de cara a otros ayuntamientos y a que parezca que están haciendo algo", se quejan. También se pone en evidencia en la sentencia el "sonrojo" causado al juez debido a "un traslado o 'peloteo' de las denuncias de un departamento a otro, o, directamente, una inactividad en cuanto a los mismos" por parte del Ayuntamiento de Málaga. 

Los vecinos aseguran que el suyo no es un problema de insonorización de las viviendas, "que están perfectamente insonorizadas", defienden que al ser el centro una zona residencial es una cuestión de defender los derechos de los ciudadanos sobre los intereses económicos. Tampoco se han planteado mudarse, aunque ya lo hayan hecho multitud de vecinos desde que comenzaron los problemas, "¿por qué iba a tener que vender o alquilar una vivienda depreciada porque el Ayuntamiento no cumpla con la ley?", se preguntan. 

En la sentencia, la Sala, precisa que estos tres vecinos han aportado informes médicos por lo que concluye que "hay datos objetivos que corroboran su apreciación subjetiva de que el ruido produce una conculcación de sus derechos fundamentales", reconocidos por la Constitución, aunque sigue desestimando la existencia de un daño moral. Aunque no están de acuerdo con la inexistencia de este daño moral, "yo no entiendo de otra manera todos estos años de incumplimiento y perjuicio", asegura L. R. 

Su lucha no deja de ser la del civismo y esperan poder conseguir bajar de los 55 dBA que les permita dormir una noche de verano con la ventana abierta: "¿por qué voy a tener que vivir por encima de los 80 decibelios cuando en La Malagueta el nivel de ruido por la noche es de 48? Tenemos los mismos derechos".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios