Tengan cuidado de no elevar el tono al pasar por la plaza Mitjana y otras del Centro y Teatinos. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, vuelve a insistir en la educación de hablar más bajito como solución al ruido en plaza Mitjana y otras zonas de ocio nocturno después de que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ratificase la sentencia contra el Ayuntamiento por el ruido de los bares en la plaza Marqués de Vadillo (Mitjana). De la Torre ha incidido en la necesidad de educar en "hablar bajo" recordando que hay "países donde son capaces de estar tomando unas copas y hablar bajo, no es incompatible".

Además, ha recordado que la sentencia por la que el alto Tribunal andaluz condenó al Consistorio a una indemnización de 13.440 anuales para cada uno de los recurrentes desde el dictado de la sentencia y hasta la completa solución del problema de perturbación ruidosa, "viene de unos hechos cumplidos hace  ya un tiempo, la situación ahora es diferente". 

Ha señalado el alcalde en que desde el Consistorio están trabajando en bajar el ruido, "las multas que se pusieron desde el ámbito municipal motivaron que se marcharan los establecimientos que generaban ese ruido ambiental". Además, ha incidido en las 101 calles del Centro y Teatinos dentro de la Zona Acústicamente Saturada (ZAS) y en que en la calle contigua a Mitajana "se han reducido 3 decibelios de ruido, que suponía el doble de ruido porque no es proporcional la medida". 

Detalle del cartel que recibe en La Invisible en el que Francisco de la Torre insta a "hablar bajito".

Además, ha recordado que una conversación "de tres personas en un tono normal provoca ya los 55 decibelios". Es por ello que ha valorado el silencio "tiene un gran valor y tenemos que defenderlo", pero ha reconocido la dificultad para conseguirlo. 

A su vez, ha mantenido la puerta abierta al diálogo con los vecinos de la zona y ha destacado que la ciudad es una de las más proactivas en la búsqueda del equilibrio entre descender el nivel de ruido y ser una ciudad "viva y dinámica". "En educación se hace el esfuerzo para tratar de ir educando en la convivencia de hablar bajo. Hablar bajo es una dinámica muy sana, que debemos hacer más. Cuando entramos en una dinámica en la que hay mucho ruido ambiental, elevamos el tono de voz para hacernos oír. Si todos hablamos bajo es más fácil que nos entendamos", ha finalizado.