La Molienda Verde exporta sus conservas a medio mundo

El éxito de los postres a base de castaña entre los clientes del restaurante La Molienda, situado en el municipio de Benalauría, provocó que los socios de la cooperativa propietaria decidiesen en el año 1998 dar un paso más y comenzar a producir sus primeros postres para la comercialización directa al consumidor.

No obstante, al poco tiempo se dieron cuenta que sería imposible vivir solo de hacer postres de castañas y decidieron comenzar a elaborar diferentes tipos de mermeladas para poco después adentrarse en la preparación de pisto o espárragos. Fue entonces cuando dieron un nuevo giro a su fábrica y apostar por el mercado ecológico, mucho menos saturado de productos de este tipo. "Decidimos hacer un producto sano y tradicional", explica a este periódico José Antonio Calvente, presidente de la cooperativa.

Desde sus inicios han ido incrementando su producción hasta alcanzar el pasado año 2015 la comercialización de más de 200.000 unidades, teniendo como objetivo el poder incrementar sus ventas este año entre un 5% y un 10%, indica Calvente.

La entrada en el mercado de la marca La Molienda Verde ha ido conquistando el mercado local, regional, nacional y ahora ya realizan exportaciones a países como Noruega, Inglaterra, Francia y Japón.

Todo ello con la materia local como base principal. Y es que sus elaboraciones con fruta proceden en un 70% de la provincia de Málaga y el resto de otras localidades andaluzas como Granada o Huelva. En este apartado, algunas cifras reflejan su consolidación en el mercado.

Y es que transforman uno 12.000 kilos de tomate, 8.000 de higos o 4.000 de mango. Precisamente, la mermelada dulce de tomate es su producto más vendido a lo largo de su historia, teniendo en la zona del Mediterráneo, desde Murcia a Barcelona, al principal mercado de ventas para este producto. "Las utilidades que tiene son muchas, desde el desayuno a la cocina", asegura Calvente.

No obstante, es en el mercado de proximidad en el que tiene una mayor implantación con rutas propias de comercialización, que llegan a las provincias de Málaga, Cádiz y Sevilla. En estas zonas los clientes de las tiendas especializadas tienen a las diferentes mermeladas como uno de sus principales objetivos.

Pero la inquietud de sus propietarios hizo que en el año 2008 diesen una nueva vuelta de tuerca para seguir ampliando mercado, apostando por la innovación.

El éxito no tardó en llegar y en 2008 recibieron el premio bio a la innovación con su tomate cherry seco.

Desde entonces decidieron desarrollar esta línea de producción y el pasado año lograron otro notable éxito al lanzar la mermelada de gin tonic, que tiene variedades con jengibre y pomelo, que ha sido su producto más vendido este año.

Incluso han logrado entrar en la alta cocina y ya se utiliza para completar los ingredientes de distintos platos. Además, anuncian que en la próxima feria Gourmet de abril en Madrid volverán a presentar nuevas elaboraciones para continuar con ampliado su cartera de productos innovadores.

Todo ello sin abandonar los tradicionales, y es que también comercializan gazpacho andaluz ecológico, que ya está presente en algunas tiendas de Tokio que ofrecen productos gourmet.

A la línea directa de comercialización con su propia marca, que supone un 80% de las ventas, también unen la producción de marcas blancas, que representa un 20% dentro de su volumen de producción anual.

En la actualidad la empresa tiene fijado el crecimiento como su principal objetivo, y es que tienen capacidad en su fábrica para llegar a duplicar su producción actual. Eso sí, reconocen que tienen en las comunicaciones de la Serranía una importante limitación para sus desarrollo.